Dicen que los perros se parecen a sus dueños. Ahora, gracias a una nueva investigación publicada en Science Reports, podremos confirmar la veracidad de ese dicho popular. De acuerdo con los especialistas, el estrés de los canes es causado por la personalidad de sus dueños y su relación con ellos.
Personalidad y relaciones
Los animales sociales que pasan tiempo juntos están expuestos al contagio emocional, como los factores estresantes compartidos. Esto es común entre individuos de la misma especie, pero también ocurre entre especies distintas, por ejemplo perros y humanos. Un equipo de investigadores de la Universidad de Linköping, en Suecia, realizó un estudio en 2019 que reveló, por primera vez, una sincronización interespecífica de los niveles de estrés entre perros y sus dueños.
El equipo liderado por Lina Roth trabajó, en aquel entonces, con razas de perros relacionadas estrechamente con personas y, descubrió que los niveles de estrés de los compañeros de cuatro patas coincidían con los niveles de cortisol en sus dueños. Solo se consideraron como objetos de estudio a perros de razas cazadoras.
En el nuevo trabajo realizado por los biólogos suecos, se decidió incluir 24 perros de razas antiguas, es decir, aquellas genéticamente más cercanas a los lobos, además de los 18 perros de razas cazadoras. Los 42 perros fueron reclutados junto a sus dueños, 28 mujeres y 14 hombres. Inicialmente midieron las concentraciones de cortisol en el pelo de todos los participantes, perros y personas.
Adicionalmente, las personas resolvieron preguntas sobre su relación con sus mascotas, en función a la Escala Monash de relación del dueño con su perro (The Monash dog owner relationship scale, MDORS), el más robusto cuestionario de 28 ítems para analizar la relación perro-humano.
Cuestión de razas
Los resultados mostraron algo curioso. La personalidad de los humanos afecta los niveles de cortisol en los perros de caza, pero no en los perros de razas antiguas. La relación que establecen los humanos con sus mascotas, de igual forma afecta los niveles de estrés del canino, tanto de razas antiguas como cazadoras. Aunque en este caso, las concentraciones de cortisol fueron menos marcadas en los perros más cercanos a los lobos.
Con respecto a la personalidad, en los perros de caza se detectó una relación negativa entre sus niveles de cortisol y la amabilidad de los dueños, mientras que con las razas antiguas no se encontró relación. Por otro lado, en cuestión a la relación de las personas y sus perros, no había un patrón tan marcado; aunque, se detectó un mayor cambio en los niveles de cortisol de los perros cuando sus dueños manifestaron preocupación por los «costos» de tener un perro, dejando de lado los beneficios.
Lina Roth explica que esta sincronización del estrés puede ser una consecuencia de la domesticación y cría de los perros de pastoreo. El objetivo era que colaboren con las personas, en ese sentido, la relación de éstos con sus dueños (y la personalidad de éstos) es un factor importante en esta sincronización.
Aunque este estudio aporta muchísimo a la compresión del vínculo especial de nosotros los humanos con nuestras mascotas caninas, es necesario que el futuro se realicen análisis más extensos, para determinar con mayor precisión los efectos en el estrés y comportamiento de los perros.