Invernadero antártico da pistas de lo que sería la agricultura lunar y marciana

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Invernadero antártico da pistas de lo que sería la agricultura lunar y marciana

Rabanitos cosechados en el Eden ISS / DLR

Viajar a la Luna y Marte requerirá que los astronautas cultiven sus propios alimentos; por eso, existen diversos esfuerzos para cosechar vegetales y plantas. Uno de ellos es el invernadero Eden ISS a cargo del Centro Aeroespacial Alemán (DLR) que acaba de cosechar brócoli, lechuga, rábano y otras verduras.

Dicha instalación de 12 metros cuadrados opera desde el 2018, y se encuentra ubicada en la Antártida, cerca de la estación de investigación Neumayer III. Ahí, los vegetales crecen y prosperan en el clima polar bajo luz artificial y sin  necesidad de tierra. Este ambiente brinda buenas perspectivas sobre la agricultura en misiones espaciales tripuladas.

La idea del experimento es acercarse lo más posible a las condiciones de una misión a largo plazo en el espacio. Además de cultivar alimentos, los científicos que trabajan en Eden ISS investigan la producción futura en áreas de climas desfavorables, como desiertos y regiones heladas.

A menos 50 grados

La científica Jess Bunchek, del Centro Espacial Kennedy de la NASA, es quien se encarga de las verduras. Investigó cómo los astronautas podrán cultivar lechuga, pepinos, tomates, pimientos y hierbas en el futuro con la menor cantidad de tiempo y energía posible, además de probar tecnología de invernadero y variedades de plantas robustas.

Según el comunicado de la DLR, Bunchek camina 400 metros todos los días hasta el contenedor, a temperaturas que alcanzan los -50ºC. Allí, en el invernadero, se cultivan hortalizas con la técnica de aeroponía (colocar las raíces suspendidas en el aire). Los nutrientes y el agua son proporcionados mediante una fórmula especial la cual es rociada sobre las plantas, sin la presencia de tierra.

Eden ISS produjo, en 9 meses y medio, 268 kilogramos de alimentos, incluidos 67 kilogramos de pepinos, 117 kilogramos de lechuga y 50 kilogramos de tomates. Un sistema de riego capaz de operar bajo gravedad cero también se prueba en el invernadero, como en la Estación Espacial Internacional (ISS). El sistema retiene y transporta agua automáticamente a las plantas.

“Estamos implementando tres tecnologías principales para hacer crecer las plantas.”, dijo Daniel Schubert, líder del proyecto. “Usamos lámparas LED enfriadas por agua para proporcionar luz, rociar las raíces de las plantas cada cinco minutos con una solución nutritiva, inyectar dióxido de carbono en la atmósfera alrededor de las plantas y controlar la humedad y la temperatura”, agregó.

Pensando en el futuro

La expectativa para el año 2030, es que invernaderos como el Eden ISS estén listos para su construcción y uso en suelo lunar. La misión Artemis de la NASA planea enviar humanos a la Luna tan pronto como el año 2024.

Tanto en la Luna como en Marte, los invernaderos deben tener un circuito cerrado, reciclando los desechos humanos y el dióxido de carbono de la atmósfera para proporcionar alimento y oxígeno a la tripulación. Por ahora, Eden ISS utiliza un circuito semicerrado que recoge el agua de evaporación a través de un sistema de deshumidificación. Las siguientes innovaciones serán, sin duda, emocionantes.