Las vacunas para evitar contraer la COVID-19 ya llegaron, pero todos los esfuerzos valen. Por eso, científicos del Reino Unido han lanzado un estudio de anticuerpos de acción prolongada. Si el tratamiento es efectivo, podría brindar protección contra el desarrollo de COVID-19 a quienes ya han estado expuestos al virus.
“Sabemos que esta combinación de anticuerpos puede neutralizar el virus”, explica Catherine Houlihan, viróloga del University College London Hospitals (UCLH). El equipo administrará el tratamiento mediante una inyección cuando sea demasiado tarde para ofrecer una vacuna.
AZD7442
Este no es el primer tratamiento de este tipo. En EE.UU. ya existen dos tratamientos de anticuerpos diferentes, casirivimab e imdevimab. Pero estos se administran a pacientes con COVID-19 leve o moderado, que corren el riesgo de progresar a una versión grave de la enfermedad.
Esta nueva terapia de anticuerpos, llamada AZD7442 y desarrollada por UCLH y AstraZeneca, es un poco diferente. Se trata de una combinación de dos anticuerpos monoclonales AZD8895 y AZD1061, que se dirigen al dominio de unión del receptor de la proteína de pico SARS-CoV2.
Al apuntar a esta región de la proteína de pico del virus, los anticuerpos pueden bloquear la unión del virus a las células humanas. “Por lo tanto, se espera que bloqueen la infección”, escribió el equipo en el sitio ClinicalTrials.gov.
“Se han introducido sustituciones de aminoácidos en los anticuerpos para extender sus vidas medias, lo que debería prolongar su beneficio profiláctico potencial, y disminuir el riesgo de potenciación de la enfermedad dependiente de anticuerpos”, explican.
Storm Chaser y PROVENT
Los anticuerpos son pequeñas proteínas que se adhieren a una sección de un virus, bacteria u otro patógeno, llamada antígeno, y lo “etiquetan” para que sea atacado por el sistema inmunológico. Las pequeñas proteínas en forma de Y también bloquean directamente al patógeno para que no invada nuestras células.
Nuestros cuerpos producen anticuerpos de manera normal después de una infección. Por otro lado, los anticuerpos monoclonales se clonan en un laboratorio y se pueden inyectar en una persona ya infectada, para ayudar al sistema inmunológico.
Los investigadores del estudio Storm Chaser esperan que AZD7442 brinde protección para aquellos que han estado expuestos al virus pero que aún no presentan síntomas. Lo que buscan es evitar que el COVID-19 ocurra.
Pero también esperan que sea eficaz a más largo plazo, durante un período de 6 a 12 meses. Esto significa que las personas que no pueden recibir la vacuna por razones médicas tienen otra opción para mantenerse a salvo de la enfermedad.
En un segundo ensayo llamado PROVENT, los investigadores están analizando cómo podría funcionar esto para las personas con sistemas inmunitarios comprometidos.
Este ensayo reclutará a personas mayores o en cuidados a largo plazo. También incluirá a personas que tengan afecciones como cáncer y VIH cuya capacidad de su sistema inmunológico pueda afectar su habilidad para responder a una vacuna. La idea es que nadie quede desprotegido.