Los microplásticos están en todos lados, incluso en nuestra agua potable. Pero un equipo de investigadores de la Universidad de Wuhan ha desarrollado un filtro que puede eliminar hasta el 99.9 % de los microplásticos del agua. Este filtro, llamado Ct-Cel, combina dos materiales naturales: quitina (del hueso de calamar) y celulosa (del algodón). Ambos son abundantes, baratos y sostenibles.
Los científicos probaron el filtro con diferentes tipos y tamaños de microplásticos, y los resultados fueron impresionantes. Incluso al reutilizar el filtro cinco veces, todavía eliminaba más del 95 % de los plásticos. También funcionó bien con varios tipos de agua, como agua de riego, agua de lagos, agua estancada y agua costera.
El secreto está en cómo funciona el filtro. La estructura de Ct-Cel tiene múltiples interacciones moleculares que le permiten adaptarse a distintos tipos de plásticos, como poliestireno, polipropileno y PET (los plásticos más comunes). Básicamente, el filtro «agarra» los plásticos dependiendo de sus características.
Otra ventaja es que sigue siendo eficaz incluso con otros contaminantes presentes, como bacterias o disolventes. Sin embargo, algunos químicos específicos pueden reducir un poco su capacidad de adsorción. Esto será importante a la hora de probar su efectividad en escenarios del mundo real.
Combinar quitina y celulosa no fue fácil. Los investigadores tuvieron que descomponer y reconstruir sus estructuras internas para hacerlas mejores en atrapar microplásticos. Este detalle es clave para el éxito del filtro.
Aunque este avance es prometedor, todavía falta mucho para que el filtro esté listo para usarse comercialmente. Necesitan probarlo a gran escala y evaluar su viabilidad de producción. A pesar de esto, es una solución alentadora para enfrentar el problema de los microplásticos, que ya suman 4.600 millones de toneladas métricas en el medio ambiente.
El plástico no se descompone naturalmente y cada año producimos más. Por eso, mantenerlo fuera del medio ambiente desde el principio sería ideal. Sin embargo, mientras eso no suceda, necesitamos formas efectivas de eliminarlo, como este filtro.
Los investigadores esperan que este avance inspire más ideas para desarrollar materiales sostenibles que limpien ambientes acuáticos complejos. Su trabajo es un paso importante hacia la remediación del daño que los microplásticos están causando en nuestro planeta.
Este estudio fue publicado en la revista Science Advances y nos da un poco de esperanza en la lucha contra la contaminación plástica. Aunque queda mucho por hacer, soluciones como estas muestran que es posible abordar un problema tan grande con ideas innovadoras y sostenibles.