Algo en el núcleo de la Tierra podría estar alterando la duración de los días

Posted on
Algo en el núcleo de la Tierra podría estar alterando la duración de los días

Los registros de eclipses solares históricos nos permiten medir los cambios en la duración del día terrestre a lo largo de la antigüedad. (Romeo Durscher/NASA)

El ciclo día-noche en la Tierra parece perfecto: 24 horas y listo. Pero en realidad, la Tierra no es tan precisa. Nuestro planeta es una bola viscosa que gira rápidamente alrededor del Sol, a unos 107.000 kilómetros por hora, y es influenciado por la atracción gravitacional de la Luna. Esto hace que su rotación fluctúe ligeramente, lo que significa que nuestros días no siempre duran exactamente 24 horas.

Muchas de estas fluctuaciones tienen causas conocidas. Por ejemplo, la Luna y los cambios en el volumen de hielo y agua afectan la duración de nuestros días en milisegundos. Pero los científicos han notado otra variación misteriosa: un cambio de 3 a 4 milisegundos que ocurre cada mil años, y su origen no estaba claro.

Un equipo de geofísicos de la ETH de Zúrich cree haber encontrado la respuesta. Según ellos, estas pequeñas fluctuaciones están relacionadas con movimientos en el núcleo fluido de hierro de la Tierra, que afectan la rotación del planeta. Aunque esta teoría se planteó hace años, los modelos de 2006 no lograron confirmarla del todo. Con mejores datos y técnicas, los investigadores decidieron intentarlo de nuevo.

Ilustración de las capas internas de la Tierra. (Andrzej Wojcicki/Science Photo Library/Getty Images)

El trabajo no fue sencillo. Para identificar esta fluctuación, tuvieron que eliminar todos los otros factores conocidos, como los efectos de la Luna, el cambio en los volúmenes de agua e incluso la elasticidad de la corteza terrestre. Lo que quedó fue examinado para buscar señales de influencia del núcleo.

El equipo usó redes neuronales y datos del campo magnético de la Tierra, tomados tanto de rocas antiguas como de mediciones modernas. También se basaron en datos históricos, como eclipses y ocultaciones lunares, que registran la rotación de la Tierra desde el año 720 a.C.

Los resultados revelaron algo interesante: los cambios en el volumen de hielo y agua influyen menos de lo que se pensaba. En cambio, las fluctuaciones a lo largo de mil años coincidían con un modelo simplificado de cómo se mueve el fluido en el núcleo externo de la Tierra. Esto refuerza la idea de que el núcleo juega un papel clave en estas variaciones.

Sin embargo, esto no resuelve por completo el misterio. Medir algo tan pequeño e identificar su causa con precisión es complicado, y los resultados aún tienen margen de error. Los científicos reconocen que necesitamos mejores modelos y datos más completos para entender cómo la dinámica interna del planeta afecta su rotación.

“Este estudio muestra lo importante que es el movimiento del fluido en el núcleo para las fluctuaciones de la duración del día en largos períodos”, escribieron los investigadores. A pesar de los avances, queda mucho por descubrir sobre cómo funciona nuestro planeta.

La investigación fue publicada en Geophysical Research Letters y destaca que, aunque creemos que la Tierra gira como un reloj, su funcionamiento es mucho más complejo. Y todavía hay muchos secretos por desentrañar sobre este sistema dinámico.