Io, la luna de Júpiter, es el lugar más volcánico del Sistema Solar. Ahora, por primera vez, un equipo de astrónomos acaba de obtener imágenes que muestran el efecto directo de la actividad volcánica en la atmósfera de esta luna joviana.
Los resultados del estudio, que se realizó con ayuda del observatorio ALMA, se publicaron en Planetary Science Journal.
La atmósfera de Io
Io alberga más de 400 volcanes activos, arrojando grandes cantidades de gases de azufre a su atmósfera. Esto es lo que le da sus característicos colores amarillo, blanco, naranja y rojo cuando se congelan en su superficie.
Es importante mencionar que la atmósfera de Io es alrededor de mil millones de veces más delgada que la terrestre. Sin embargo, aún así, puede enseñarnos bastantes cosas sobre la actividad volcánica de esta luna y lo que sucede bajo su corteza.
Sabemos que la atmósfera de Io está dominada por dióxido de azufre, que en última instancia se obtiene de la actividad volcánica. Sin embargo, aquí surge una pregunta: ¿cuánto de este gas proviene directamente de los volcanes y cuánto proviene del dióxido de azufre de la superficie congelada?
“¿Es actividad volcánica o gas que se ha sublimado (ha pasado de estado sólido a gaseoso) de la superficie helada cuando Io está a la luz del sol?”, se preguntó Imke de Pater de la Universidad de Berkeley.
Respondiendo a una interrogante
Para distinguir entre los diferentes procesos llenan de dióxido de azufre la atmósfera de Io, un equipo de astrónomos utilizó ALMA para tomar instantáneas de la luna cuando entraba y salía de la sombra de Júpiter (lo que se conoce como “eclipse”).
Con la increíble resolución del telescopio, el equipo pudo observar que cuando Io se encuentra en la sombra de Júpiter y está fuera de la luz solar directa, el gas de dióxido de azufre se condensa en la superficie del satélite. En este momento el equipo solo puede observar dióxido de azufre de origen volcánico.
“Por lo tanto, podemos ver exactamente cómo gran parte de la atmósfera se ve afectada por la actividad volcánica”, explicó Statia Luszcz-Cook de la Universidad de Columbia, Nueva York.
Basándose en los datos, el equipo calculó que los volcanes activos producen directamente entre el 30 y 50 por ciento de la atmósfera de Io. Investigaciones adicionales ayudarán a reducir este intervalo tan grande en la respuesta.
El siguiente paso para el equipo, por el momento, es intentar tomar la temperatura de la atmósfera de Io, particularmente a altitudes bajas. Esto será algo más desafiante, pero no imposible.
«Para medir la temperatura de la atmósfera de Io, necesitamos obtener una resolución más alta en nuestras observaciones, lo que requiere que observemos la luna durante un período de tiempo más largo. Solo podemos hacer esto cuando Io está a la luz del sol ya que no permanece mucho tiempo eclipsada”, dijo Pater.
“Durante esta observación, Io girará decenas de grados. Necesitaremos aplicar un software que nos ayude a crear imágenes sin manchas. Lo hemos hecho anteriormente con imágenes de radio de Júpiter creadas con ALMA y Very Large Array”, finalizó.