El reconocido investigador paranormal James Randi falleció esta semana a los 92 años de edad. El también mago, pasó décadas investigando y exponiendo a curanderos, psíquicos y otros estafadores y charlatanes que afirmaban que los poderes paranormales eran reales. La Fundación James Randi confirmó su muerte en un tweet, diciendo que murió por “causas relacionadas con la edad”.
Nacido como Randall James Zwinge en 1928, ingresó al mundo del espectáculo cuando era adolescente y trabajaba en clubes nocturnos en su natal Toronto, Canadá. Inicialmente catalogado como The Great Randall: Telepath, usó ese nombre en un acto de lectura mental y una habilidad para predecir el futuro.
A diferencia de muchos magos e ilusionistas, Randi no era reacio a que los fanáticos supieran que era un embaucador. A medida que su carrera crecía, Randi comenzó a preocuparle que las personas se negaran a aceptar que todo era un acto. Debido a eso comenzó una búsqueda para demostrar a las masas que estaban siendo engañadas.
Exponiendo charlatanes
En 1964, durante una aparición en un programa de radio, ofreció mil dólares a cualquiera que pudiera mostrar evidencia científica de poderes sobrenaturales. Poco después, comenzó a transmitir su propio programa de radio nacional dedicado a la discusión de lo paranormal.
Randi continuó con sus desafíos económicos, y finalmente aumentó la financiación a diez mil dólares. Pero en 1973, conoció a Uri Geller, un inmigrante israelí que decía ser un lector de mentes y telequinético con el poder de doblar cucharas. Randi buscó ponerlo en evidencia y finalmente ambos coincidieron en el programa televisivo Johnny Carson Tonight Show en 1973.
En el programa, Geller no pudo demostrar “sus poderes” con una variedad de accesorios, alegando nerviosamente “no sentirse fuerte”. Antes del espectáculo, el escéptico Carson, que también había sido un mago, le había pedido consejo a Randi para exponer cualquier engaño. “Les dije que proporcionaran sus propios accesorios y que no permitieran que Geller o su gente se les acercara”, dijo Randi.
Carrera como escéptico
Paradójicamente, el incidente apenas afectó la carrera de Geller y un frustrado Randi decidió hacer más. En 1976 formó parte del Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones Paranormales (Csicop), una organización de corte escéptica que busca promover el pensamiento científico y escéptico.
Esta labor catapultó a Randi a una nueva etapa de su carrera, viajando por el mundo como un desenmascarador de falsedades, desde la telequinesis hasta fantasmas. Ganó una beca MacArthur de 1986 por su trabajo, pero las batallas legales con Geller, le pasaron la factura, financiera y personalmente.
Randi deja un gran legado además de su Fundación Educativa James Randi, que ofrece un millón de dólares a quienes expusieran “habilidades paranormales”. Este legado incluye libros, un documental, y una comunidad de científicos y personajes escépticos que recientemente se volcaron a redes sociales para lamentar su fallecimiento.
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Corregido, gracias 🙂