Algunos arqueólogos creen que los pequeños cortes en herramientas de piedra antiguas no eran solo marcas al azar. Podrían ser señales de creatividad y pensamiento simbólico en nuestros antepasados.
Un estudio de la Escuela Hebrea de Jerusalén analizó herramientas de piedra hechas en el Levante hace entre 50 000 y 100 000 años. Descubrieron que los grabados eran intencionados, no simples rasguños.
El Levante, un puente entre África y Eurasia, fue una de las primeras rutas de migración humana. Allí, nuestros antepasados no solo perfeccionaron sus herramientas, sino que quizás comenzaron a decorarlas.
Bajo el microscopio, los investigadores notaron que algunas herramientas tenían patrones geométricos claros. No eran marcas de corte accidentales, sino trazos que requerían planificación y precisión.
Dos herramientas estudiadas se hicieron con la técnica Levallois, típica de la Edad de Piedra. Una data del Paleolítico Medio y la otra de hace 100 000 años.
Al igual que conchas ornamentadas o pinturas en ocre, estos grabados podrían ser una forma temprana de arte, una conexión entre la funcionalidad y la expresión simbólica.
Algunos expertos antes pensaban que estos diseños eran solo «protoestéticos», es decir, creados porque se veían bien, sin un significado más profundo.
Es difícil saber qué pensaban nuestros antepasados, pero el equipo sospecha que los grabados tienen más que un simple valor decorativo.
«La capacidad de pensar en abstracto es clave en la evolución humana», dice Mae Goder-Goldberger, arqueóloga y autora principal del estudio.
«Estos grabados muestran una expresión simbólica y sugieren que estas sociedades tenían habilidades conceptuales avanzadas», añade.
Los investigadores compararon estas herramientas con otras similares encontradas en la región y notaron diferencias llamativas.
Las herramientas analizadas tenían líneas organizadas en patrones específicos, como abanicos de trazos. No eran cortes al azar ni marcas de desgaste.
Por otro lado, una cuchilla hallada en la cueva de Amud, de hace 55 000 años, tenía incisiones sin un patrón claro, lo que indica que no todas las herramientas antiguas eran decoradas intencionalmente.
Los grabados en las herramientas del Levante parecen haber sido hechos antes de que se terminara la herramienta, no después de su uso.
Otro artefacto, una plaqueta de piedra sin uso funcional, también presentaba patrones similares, reforzando la idea de que eran decoraciones planeadas.
Goder-Goldberger y su equipo creen que estos grabados se hicieron con herramientas de piedra afiladas, aplicando un solo trazo por incisión.
Esta técnica sugiere que los grabados no eran accidentales, sino producto de una intención creativa.
Si los arqueólogos tienen razón, estos grabados podrían ser evidencia temprana de que nuestros antepasados buscaban algo más que supervivencia: también querían expresarse.
«La metodología usada en este estudio confirma la intención detrás de los grabados», dice João Marreiros, del Centro Leibniz de Arqueología.
Además, proporciona una base para comparar con otros artefactos similares y entender mejor a las sociedades del Paleolítico Medio.
El estudio fue publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences.