El sueño cumple un papel fundamental en la fijación de la memoria mediante la reactivación de experiencias pasadas. La evidencia sobre esta capacidad del cerebro ha sido muy escasa; pero, pruebas novedosas han revelado que mientras más fuerte es la reactivación más claros serán los recuerdos.
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Mientras dormimos fijamos los recuerdos de las experiencias que tuvimos durante el día, fortaleciendo así nuestra memoria. ¿Cómo ocurre esto? La evidencia no es muy clara, pero se cree que el principal factor para la consolidación de los recuerdos es la reactivación de la información que codificamos durante la vigilia.
La reactivación es un mecanismo por el cual las representaciones de las experiencias, es decir, de la memoria, se transmiten a través de un circuito intricado entre el hipocampo y las redes neocorticales. Se cree que dicho circuito se ve facilitado por una intrincada interacción de las fases del sueño No REM (NREM) como las oscilaciones lentas corticales (SO), husos de sueño tálamocorticales y ondas agudas del hipocampo. De esta forma, nuestro cerebro transforma las representaciones lábiles en recuerdos duraderos.
Científicos de Reino Unido y Alemania han dado un paso más y descubrieron que la combinación precisa entre las oscilaciones lentas SO y los husos de sueño es vital para reactivar los recuerdos; ayudando así a la consolidación de los mismos. Los hallazgos se publicaron en la revista Nature Communications.
El experimento
Fueron 20 voluntarios los que participaron en dos sesiones de las novedosas pruebas diseñadas por expertos. Estas consistieron en mostrar información a los participantes antes de tomar una siesta. Luego se monitoreó de cerca la actividad cerebral durante el sueño con movimientos oculares no rápidos (NREM) mediante un registro de ondas con electroencefalograma (EEG).
Dependiendo de la sesión experimental, los participantes aprendieron a asociar verbos con imágenes de objetos o escenas durante la fase de aprendizaje. Según el estudio publicado, estas categorías de estímulos se eligieron porque involucran redes cerebrales distintivas (por ejemplo, complejo occipital lateral para objetos), facilitando la lectura analítica de la reactivación de la memoria.
Finalmente, se evaluó el recuerdo de la memoria después de despertarse, lo que permitió a los investigadores vincular el grado de reactivación de la memoria durante el sueño con el rendimiento de la memoria.
El Dr. Thomas Schreiner, neurocientífico de la Universidad Ludwig-Maximilians, de Múnich, y coautor del trabajo, comentó que «la reactivación de la memoria está específicamente ligada a la presencia de complejos de huso SO». Además, enfatizó en la importancia del sueño dentro del fortalecimiento de nuestra memoria. «Los resultados arrojan nueva luz sobre la función de memoria del sueño en los seres humanos y enfatizan la importancia de los ritmos del sueño orquestados para fortalecer nuestros poderes de memoria y organizar la creación de recuerdos».