Enjambre sísmico en Grecia: ¿Qué está pasando?
Desde finales de enero de 2025, la isla de Amorgós y sus alrededores han estado temblando sin parar. Más de 19,000 pequeños terremotos han sacudido la región en solo unas semanas.
Aunque la mayoría han sido leves, algunos han superado los 5 grados de magnitud. El más fuerte, registrado el 10 de febrero, alcanzó 5.3 y fue sentido en varias islas cercanas.
Este enjambre sísmico ha desconcertado a los científicos. No es común que tantos terremotos ocurran en tan poco tiempo, y nadie sabe con certeza qué los está causando.
Las autoridades han declarado el estado de emergencia en Amorgós y otras tres islas cercanas. Las escuelas están cerradas y se han desplegado equipos de emergencia por precaución.
Afortunadamente, hasta ahora no se han reportado víctimas ni daños materiales graves. Sin embargo, la constante actividad sísmica ha generado nerviosismo entre los habitantes y turistas de la zona.
Muchas personas recuerdan el gran terremoto de 1956, que tuvo una magnitud entre 7.5 y 7.7. Ese sismo provocó un tsunami con olas de 20 metros que destruyeron partes de Amorgós.
La posibilidad de otro evento similar asusta a la población. Aunque los sismos actuales son mucho más pequeños, la incertidumbre sobre su evolución mantiene en alerta a todos en la región.
Los científicos están estudiando de cerca la situación. Han instalado nuevos sensores para medir la actividad sísmica con mayor precisión y tratar de predecir si los temblores continuarán o se intensificarán.
Grecia es una zona de alta actividad sísmica porque se encuentra sobre múltiples fallas geológicas. En esta región hay al menos seis fallas principales que podrían estar involucradas en los temblores.
Algunos investigadores creen que estos sismos podrían ser causados por el movimiento de magma bajo la corteza terrestre. Sin embargo, no hay señales claras de una erupción volcánica inminente.
Santorini, que está cerca de Amorgós, es un volcán activo. Su última erupción fue en 1950, y los expertos siempre están atentos a cualquier señal de actividad volcánica en la zona.
Por ahora, los científicos no pueden decir con certeza si este enjambre sísmico se detendrá pronto o si podría ser una señal de algo más grande en el futuro cercano.
Mientras tanto, los habitantes intentan seguir con su vida normal, aunque el turismo y el comercio han disminuido. Muchos viajeros prefieren evitar la región hasta que la situación se estabilice.
A pesar del miedo, no hay evidencia de que un gran terremoto sea inminente. Los expertos recomiendan mantener la calma y seguir las instrucciones de las autoridades en caso de emergencia.
Estos eventos nos recuerdan lo impredecible que puede ser la Tierra. Aunque la ciencia ha avanzado, todavía hay fenómenos naturales que no podemos anticipar completamente.
Los investigadores seguirán monitoreando los sismos para comprender mejor qué está ocurriendo bajo la superficie. Mientras tanto, la región sigue temblando y el misterio continúa.
Fuente: AFP