Nuevo estudio confirma el papel de los alimentos en el desarrollo de la leucemia y futuras investigaciones buscarán una terapia.
Aminoácidos involucrados en el cáncer
Los aminoácidos son pequeños bloques con los que se construyen las proteínas y, siendo apenas 20, su combinación determina el comportamiento de las células. Algunos son producidos por el cuerpo humano pero 9 son adquiridos a través de la dieta, por ello se denominan «aminoácidos esenciales«. Uno de estos es la valina, presente en una gran cantidad de alimentos, tanto de origen animal (pollo y pescado), como de origen vegetal (arroz, plátano y legumbres).
Nuestra dieta influye directamente en la calidad de vida y, por lo tanto, en el desarrollo de las enfermedades. Se ha confirmado, por ejemplo, el papel de los nutrientes en la leucemia infantil. En este sentido, la valina juega un papel clave en el crecimiento canceroso observado en la leucemia linfoblástica aguda de células T.
Un nuevo estudio publicado en la revista Nature mostró que los genes involucrados en el uso de valina en las células eran más activos en las células T cancerosas que en los linfocitos T normales. Cuando se bloquean estos genes, no solo disminuye la valina en las células T cancerosas, sino que se interrumpe su crecimiento. Tras los exámenes de laboratorio, los autores descubrieron que solo el 2% de las células T sanguíneas de leucemia permanecen vivas.
Dentro del grupo de genes involucrados en el desarrollo de leucemia, NOTCH1 estimula el crecimiento del cáncer en parte al aumentar los niveles de valina, si se encuentra mutado.
Alimentos y medicamentos
Para evaluar los mecanismos genéticos que promueven la concentración de valina, los investigadores experimentaron con células de leucemia humana cultivadas en el laboratorio y trasplantadas a ratones que luego desarrollaron este cáncer.
Al alimentar a los ratones leucémicos con dietas bajas en valina durante tres semanas, se interrumpió el crecimiento del tumor. La dieta también redujo las células cancerosas circulantes en la sangre al menos a la mitad y, en algunos casos, a niveles indetectables. Por el contrario, la reintroducción de valina en las dietas condujo a la progresión del cáncer.
Los científicos explican que los componentes básicos de las células, incluidas las proteínas, los nucleótidos y los ácidos grasos, son necesarios para que el cáncer crezca y se disemine. Al menos media docena de otros aminoácidos, especialmente altos niveles de lisina, han sido implicados en cánceres, pero sus funciones precisas siguen siendo desconocidas.
Además, Iannis Aifantis, coautor del trabajo, aclara que las estrategias dietéticas por sí solas para tratar el cáncer se han probado durante décadas y hay poca evidencia científica de algún beneficio. Aifantis advierte que se necesita más investigación, antes de que se puedan recomendar pautas de tratamiento.
Por ello, el próximo año, el equipo de Aifantis probará si las dietas bajas en alimentos ricos en valina son un tratamiento eficaz para las personas con cáncer. Este ensayo dietético estará acompañado con el uso de venetoclax, un medicamento aprobado en Estados Unidos contra la leucemia.
«Nuestro enfoque clínico implicaría el uso de dietas bajas en valina para reducir la cantidad de células T con leucemia linfoblástica aguda a un nivel tan bajo que los medicamentos podrían detener efectivamente la progresión del cáncer«.