La NASA planea llevar un radiotelescopio al lado oculto de la Luna

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La NASA planea llevar un radiotelescopio al lado oculto de la Luna

Representación artística del radiotelescopio LuSEE-Night encima de la nave espacial Blue Ghost programada para llevar el experimento a la cara oculta de la Luna. / Firefly Aerospace

La carrera para explorar la Luna está en pleno auge, con programas espaciales internacionales enfocando sus objetivos en nuestro vecino celestial. Hacia el año 2025, la superficie lunar será testigo de los pasos de astronautas de diversas naciones, marcando un hito importante desde la Era Apolo.

Sin embargo, más allá de la exploración humana, la Luna se está perfilando como un epicentro para investigaciones científicas de vanguardia, con un enfoque particular en la radioastronomía.

La NASA lidera la carga con su misión histórica Artemis III, la cual será complementada por astronautas de Europa, Canadá, Japón y otras naciones, todos unidos bajo los Acuerdos de Artemisa. Además, China, Rusia y la India también están preparando a sus astronautas para realizar valiosos análisis en la superficie lunar.

 

Descubriendo los secretos de la Edad Oscura

De igual manera, la Luna presenta ventajas únicas para esfuerzos científicos que la Tierra no puede igualar. Una de esas es el potencial de la radioastronomía en la cara oculta de la Luna, entorno que se caracteriza por su «silencio radioeléctrico», exento de interferencias provenientes de dispositivos electrónicos, torres de transmisión y satélites terrestres.

Este entorno prístino resulta idóneo para el estudio de la «Edad Oscura» del Universo, un período que se sitúa poco después del Big Bang, cuando empezaron a formarse las primeras estrellas y galaxias.

La Edad Oscura continúa siendo un enigma para los astrónomos. La única fuente de luz de esta época proviene del Fondo Cósmico de Microondas (CMB) y los fotones emitidos por los primeros átomos de hidrógeno neutro.

¿El desafío? Esta luz, conocida como la «línea de 21 cm» o «línea de hidrógeno», queda eclipsada por la atmósfera terrestre y se ve obstruida por interferencias de radio provenientes de la Tierra. La cara oculta de la Luna, resguardada de las ondas de radio terrestres, ofrece una solución prometedora.

 

LuSEE-Night

En este sentido, la NASA se embarca en el proyecto «LuSEE-Night» (Experimento Nocturno de Electromagnetismo en la Superficie Lunar), en colaboración con el Departamento de Energía y diversas instituciones de investigación. Su objetivo es detectar ondas de radio que pertenecen a la Edad Media del Universo, arrojando luz sobre su temprana evolución.

El equipo del Berkeley Lab, un actor fundamental en esta colaboración, está encargado del desarrollo de la antena para el experimento. Una vez desplegada, esta antena se convertirá en un receptor cósmico, capturando señales de una época en la que el Universo estaba en sus primeras etapas de formación.

No obstante, la misión se enfrenta a desafíos considerables. Por ejemplo, las extremas variaciones de temperatura en la Luna, que oscilan entre temperaturas abrasadoras y heladas. Además, la cara oculta carece de una comunicación directa con la Tierra, lo que implica la necesidad de utilizar satélites de retransmisión para transmitir datos.

Para superar estas dificultades, el equipo de LuSEE-Night ha implementado soluciones innovadoras. La antena del dispositivo ha sido diseñada para enrollarse y desenrollarse, simplificando su transporte en una carga útil compacta. Su plataforma giratoria también cuenta con un diseño especial que le permitirá a las antenas girar, filtrando así cualquier interferencia de radio proveniente de otros cuerpos celestes.

 

Mirando hacia el futuro

Se prevé que el subsistema de antena esté completado para enero de 2024, con el lanzamiento de la misión programado para 2025. Gracias a estos avances, el proyecto LuSEE-Night se encamina hacia una revolución en nuestra comprensión del Universo, con el potencial de abrir nuevas puertas para futuras investigaciones y experimentos en este campo.