Un nuevo estudio propone que un potente láser espacial podría ser la fuente de la misteriosa señal «Wow!» que ha desconcertado a los astrónomos durante casi 50 años. No se trata de un mensaje de civilizaciones extraterrestres, sino de un fenómeno natural generado por una nube de hidrógeno y una estrella de neutrones.
La hipótesis, liderada por el astrobiólogo Abel Méndez de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo, sugiere que en ciertas condiciones, un objeto astronómico puede producir una señal similar a la que sorprendió al astrónomo Jerry Ehman el 15 de agosto de 1977, quien escribió «Wow!» en la impresión del registro de datos.
El estudio, disponible en arXiv, aún no ha sido sometido a revisión por pares, pero se basa en la detección reciente de señales similares. Esto sugiere que el equipo de Méndez está en la dirección correcta.
«Nuestras últimas observaciones, realizadas entre febrero y mayo de 2020, han revelado señales de banda estrecha similares cerca de la línea del hidrógeno, aunque menos intensas que la señal original Wow!», explicó Méndez.
La famosa señal
La señal original fue detectada por Ehman utilizando el radiotelescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio. Duró apenas 72 segundos y consistió en un destello extremadamente potente de ondas de radio cerca de los 1420 MHz, la frecuencia emitida por el hidrógeno cuando cambia su orientación de espín.
Esta frecuencia es vista como un marcador reconocible en el espectro electromagnético, que podría ser utilizado por civilizaciones avanzadas para señalizar su presencia.
Sin embargo, la señal no contenía modulación decodificable, no se movió, lo que descarta que fuera un satélite cercano, y nunca se repitió, lo que habría permitido su observación con tecnología mejorada.
Muchos objetos naturales emiten ondas de radio en esa longitud de onda, por lo que no se puede descartar completamente la posibilidad de que se trate de un fenómeno natural.
El trabajo
Méndez y su equipo se han centrado en buscar una explicación natural. Revisaron datos archivados del ahora retirado Observatorio de Arecibo, específicamente del proyecto REDS (Radio Emissions from Red Dwarf Stars).
El equipo encontró cuatro registros similares a la señal Wow! procedentes de la zona de una pequeña enana roja llamada estrella Teegarden, ubicada a 12.5 años luz. Aunque más débiles que la señal original, estos registros podrían proporcionar pistas sobre el origen de la famosa señal.
Los investigadores sugieren que estas señales están asociadas con nubes interestelares de hidrógeno frío, lo que podría indicar que la señal Wow! fue causada por una potente erupción de radiación que viajó a través de una nube de hidrógeno, estimulando el gas para producir un pulso de radiación cercano a los 1420 MHz.
El resultado sería un láser astrofísico natural, o máser, que desde la Tierra parecería una señal como la Wow!.
Más estudios
Aunque la estrella Teegarden es incapaz de generar una erupción lo suficientemente potente como para replicar la señal Wow!, otros objetos cósmicos como los magnetares, estrellas de neutrones con campos magnéticos extremadamente fuertes, podrían ser responsables.
Estos objetos pueden producir erupciones tan poderosas que son detectables a través del espacio intergaláctico, similares a las señales misteriosas conocidas como ráfagas rápidas de radio. Por eso, más estudios son necesarios.
