El telescopio espacial infrarrojo James Webb ha desplegado y estirado con éxito todas las capas del escudo térmico. Esta ha sido una de las etapas más importantes y peligrosas del despliegue del observatorio en el espacio. Las buenas noticias llegaron desde la cuenta de Twitter del observatorio de la NASA.
El escudo térmico es necesario para que proteja al telescopio de la radiación del Sol, la Tierra y la Luna. También permite que el sistema óptico y los instrumentos científicos se enfríen a temperaturas muy bajas. La pantalla, que es comparable en tamaño a una cancha de tenis, incluye estructuras de soporte y cinco membranas Kapton delgadas y separadas.
Los cálculos muestran que la temperatura máxima de la primera capa de la pantalla que mira al Sol será de 383 kelvin. Asimismo, la temperatura mínima de la quinta capa será de 36 kelvin. El trabajo con la pantalla comenzó el tercer día de vuelo del observatorio hasta el segundo punto de Lagrange (L2) en el sistema Sol-Tierra.
Despliegues
A finales de diciembre, el James Webb, ya en el espacio, desplegó las estructuras de la pantalla delantera y trasera, y la torre de soporte telescópica DTA. Luego extendió un escudo de popa diseñado para compensar la presión de la luz solar que cae sobre la pantalla. Además, retiró la membrana protectora de las pantallas que las protegía de la contaminación de la Tierra.
El 31 de diciembre de 2021, el observatorio comenzó a desplegar las estructuras de soporte de la pantalla, lo que llevó un día. La tensión de la primera, segunda y tercera capa de la pantalla se completó el 3 de enero de 2022. Y el 4 de enero, el equipo de especialistas realizó la tensión de la cuarta y quinta capas.
De esta forma, se ha completado con éxito la etapa durante la cual podrían ocurrir la mayoría de situaciones peligrosas para el telescopio. Se espera que el despliegue del espejo secundario de James Webb comience en breve, después de lo cual el telescopio comenzará a extender el espejo primario. En menos de tres semanas llegará a la órbita de trabajo.
29 días al límite
Como se recuerda, desplegar completamente el James Webb en órbita será una tarea muy compleja. “El observatorio Webb tiene 50 despliegues importantes… y 178 mecanismos de liberación para desdoblar esas 50 partes”, dijo el ingeniero de misión de Webb, Mike Menzel. “Cada uno de ellos debe funcionar. Desplegar Webb es sin duda la actividad de nave espacial más complicada que hemos realizado”, agregó.
Por otro lado, la estructura del parasol tiene 140 mecanismos de liberación, 70 conjuntos de bisagras, 400 poleas, 90 cables y ocho motores de despliegue. Todos deben funcionar correctamente para que las cinco capas se extiendan según lo planeado.
El objetivo es iniciar las operaciones científicas regulares seis meses después del lanzamiento. Por eso el cronograma será flexible y no habrá que preocuparse si se retrasa un poco.