El TOC puede implicar pensamientos intrusivos y comportamiento compulsivo, que afectan la vida diaria y provocan angustia. Se estima que afecta hasta dos de cada 100 adultos. Aunque existen varios medicamentos aprobados, el 25 y el 40% de las personas con TOC no obtienen ningún beneficio sostenido de ellos.
Considerando ello, un equipo de investigadores trabajó con cinco voluntarios con TOC severo monitoreados tanto en el laboratorio como en el hogar durante su vida diaria. El estudio recopiló datos de la actividad cerebral, así como expresiones faciales, movimientos corporales, frecuencia cardíaca y la intensidad de los síntomas.
Es muy importante recalcar que todas las mediciones se realizaron en tiempo real. Esto ha permitido a los investigadores detectar asociaciones entre la actividad conductual y las señales en el cerebro.
«Esta es la primera vez que las señales cerebrales de los participantes con enfermedades neuropsiquiátricas se registran de forma crónica en casa junto con medidas de comportamiento relevantes«, comenta la ingeniera biomédica Nicole Provenza, de la Universidad de Brown.
Al observar la actividad cerebral con más detalle que nunca, los especialistas identificaron las señales neuronales relacionadas con el TOC, conocidas como bucle cortico-estriatal-tálamo-cortical.
«Al usar estas señales cerebrales, podemos diferenciar cuándo alguien está experimentando síntomas de TOC y cuándo no. Esta técnica hizo posible registrar la diversidad de comportamiento y actividad cerebral».
Estimulación cerebral profunda
Los dispositivos que han permitido este avance son conocidos como dispositivos de estimulación cerebral profunda o DBS. Estos utilizan electrodos colocados para activar ciertos patrones de estimulación eléctrica en el cerebro. La estimulación cerebral profunda (ECP) se ha mostrado prometedora como tratamiento para el TOC, especialmente en personas que no han respondido a otras medidas.
Sin embargo, no todo es perfecto y la DBS también tiene sus limitaciones. El dispositivo no se adapta rápidamente a medida que cambian los síntomas. Actualmente solo proporcionan un nivel constante de estimulación que los médicos pueden ajustar. Entonces, quienes trabajaron en el nuevo estudio, piensan en un sistema DBS adaptativo que sería aún más efectivo.
Con ellos, se podría modificar los pulsos eléctricos que emiten en respuesta a los biomarcadores, sin necesidad de que los pacientes sigan visitando al médico.
«El TOC es un trastorno en el que la gravedad de los síntomas varía mucho con el tiempo y puede ser provocada por factores desencadenantes en el medio ambiente», señala el ingeniero biomédico David Borton de la Universidad de Brown. Entonces, no es conveniente esperar a que el paciente visite al médico cuando tenga los síntomas graves.
«Un sistema DBS capaz de ajustar la intensidad de la estimulación en respuesta a los síntomas proporcionará más alivio y menos efectos secundarios para los pacientes. Pero para habilitar esa tecnología, primero debemos identificar los biomarcadores en el cerebro asociados con los síntomas del TOC, y eso estamos trabajando para hacer en este estudio »
Perspectivas
El TOC es un trastorno complejo que afecta a diferentes personas de muchas formas diferentes. Por ello, es imperativo tener un enfoque personalizado del tratamiento. Estudios como este revelarían además cómo el TOC toma el control del cerebro y sugerirían cómo se podrían aliviar los efectos del trastorno.
«Cuanto mejor comprendamos las firmas neuronales de la salud y la enfermedad, mayores serán nuestras posibilidades de usar DBS para tratar con éxito trastornos cerebrales desafiantes como el TOC», dice el neurocientífico Sameer Sheth, del Baylor College of Medicine.