Un equipo de científicos estadounidenses ha descubierto un tipo de células que podrían ayudar a tratar eficientemente la inflamación del dolor crónico. Los detalles fueron publicados en la revista Neuron.
Los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte descubrieron que las células antiinflamatorias llamadas macrófagos MRC1+ son disfuncionales en un modelo animal de dolor neuropático. Devolver estas células a su estado normal podría ofrecer una ruta para tratar el dolor debilitante causado por daño a los nervios.
Nuevo tipo de célula
Se encontró que estimular la expresión de una proteína antiinflamatoria llamada CD163 reducía los signos de neuroinflamación en la médula espinal de ratones con dolor neuropático.
Los macrófagos son un tipo de células inmunitarias que se encuentran en la sangre y en los tejidos de todo el cuerpo. El equipo liderado por el Dr. Mark Zylka determinó una clase de macrófagos antiinflamatorios que normalmente ayudan al cuerpo a resolver el dolor. Pero el dolor neuropático parece inhabilitar a estos macrófagos evitando que hagan su trabajo.
“Afortunadamente, no parecen estar permanentemente discapacitados, pues pudimos persuadirlos para que intensificaran sus acciones antiinflamatorias y redujeran el dolor neuropático” dijo Zylka. “Sospechamos que será posible desarrollar nuevos tratamientos para el dolor aumentando las actividades de estos macrófagos”, agregó.
El problema del dolor
Solo en EE.UU., una quinta parte de la población tiene dolor crónico, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. A menudo, las causas subyacentes son esquivas y los pacientes necesitan aliviar su dolor para poder vivir adecuadamente.
Aunque los opioides son excelentes para tratar el dolor a corto plazo, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios graves a largo plazo. Por ejemplo, pueden causar adicción, depresión, mareos, náuseas y hasta muerte por sobredosis.
Una razón por la que los analgésicos potentes funcionan bien pero pueden tener efectos secundarios dramáticos está relacionada a un hecho biológico básico. El dolor involucra un conjunto muy diverso de células y los tratamientos actuales carecen de especificidad de tipo celular.
Por lo tanto, cualquier medicamento puede resolver los cambios adversos en algunas células para aliviar el dolor. Sin embargo, también podría exacerbar una función particular en otras células, dando lugar a efectos secundarios adversos.
Potencial tratamiento
Con una nueva tecnología llamada secuenciación de ARN unicelular, los científicos ahora pueden interrogar a miles de células a la vez y así saber cuáles se alteran durante el dolor crónico y de qué manera cambian.
Para averiguar las células cambiantes y la manera en que lo hacen, el laboratorio de Zylka realizó una secuenciación de ARN unicelular en la médula espinal de ratones con dolor neuropático, un tipo de dolor crónico causado por daño nervioso. La médula espinal sufre muchos cambios a largo plazo que contribuyen al dolor neuropático.
A partir de esos experimentos, los investigadores encontraron una población de células antiinflamatorias llamadas macrófagos MRC1+ que eran disfuncionales. Esto fue interesante porque la inflamación a largo plazo en la médula espinal se observa comúnmente en animales con dolor neuropático
Luego de identificar las células, el equipo entregó una terapia génica diseñada para estimular la expresión de una proteína antiinflamatoria CD163 en macrófagos MRC1+. Con este enfoque, un solo tratamiento redujo la inflamación de la médula espinal y alivió el comportamiento relacionado con el dolor hasta por un mes.
“Este descubrimiento es bastante emocionante”, afirmó Zylka. “Sugiere de inmediato múltiples formas distintas de impulsar la función de estos macrófagos. Cualquiera de estos enfoques terapéuticos podría proporcionar una forma más precisa de tratar el dolor neuropático”, finalizó.