La Organización Mundial de la Salud ha expresado su preocupación por las recientes tasas de suicidio, pues no disminuyen lo suficientemente rápido, y peor aún, en muchos países ha aumentado. Temen que se deban a los efectos de la pandemia de Covid-19.
Preocupación latente
Según las nuevas cifras de la OMS de cada 100 muertes, una es por suicidio. Estas mismas cifras muestran que durante el 2019 se registraron 700 mil casos de suicidio a nivel mundial, un número mayor al de las muertes causadas por VIH, malaria, el cáncer de mama o la guerra.
Debido a este crítico contexto la OMS ha lanzado una guía para reducir la tasa de suicidios en un tercio hasta el 2030. Además, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS desde el 2018, manifestó que «No podemos, ni debemos, ignorar el suicidio. Cada uno es una tragedia. Nuestra atención a la prevención del suicidio es aún más importante ahora, después de muchos meses viviendo en una pandemia de COVID-19, teniendo presente muchos de los factores de riesgo de suicidio como lo son la pérdida del trabajo, el estrés financiero y el aislamiento social”.
De acuerdo con el comunicado de prensa, la guía publicada por la OMS pretende servir de ayuda para reforzar el esfuerzo de los países en el manejo de los casos de suicido. Está desarrollada bajo el enfoque Live Life (Vivir la Vida) de prevención y se centra en cuatro estrategias.
Estrategias a considerar
La primera es limitar el acceso a los medios de suicidio, como plaguicidas muy peligrosos y armas de fuego, pues se estima que el autoenvenenamiento con plaguicidas causa alrededor del 20% de todos los suicidios. De hecho, es una de las principales causas de suicidio en países asiáticos como Sri Lanka.
La segunda estrategia sugerida por el organismo de salud se enfoca en la comunicación mediática. Insta a los medios a difundir de manera responsable las noticias sobre suicidios. Asimismo, la guía considera el fomento de competencias socioemocionales para la vida entre los adolescentes, debido a que la mitad de las condiciones de salud mental aparecen antes de los 14 años.
Finalmente, una estrategia de prevención de suicidio es la detección temprana, evaluación, gestión y seguimiento a las personas que han intentado suicidarse o que podrían estar en riesgo de hacerlo. Como se conoce, un intento de suicidio previo es uno de los factores de riesgo más importantes para un futuro suicidio.
El comunicado de prensa revela también que solo 38 países tienen estrategias nacionales de prevención de suicidio, siendo este la cuarta causa principal de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, luego de los traumatismos causados por la carretera, la tuberculosis y la violencia.
El progreso entre países que han incorporado medidas de prevención y los que no, es desigual entre géneros y grupos etarios. Según las cifras publicadas, más del doble de hombres que de mujeres mueren por suicidio: 12,6 por 100.000 hombres en comparación con 5,4 por 100.000 mujeres. Las tasas son más altas para los hombres en los países de ingresos altos, mientras que para las mujeres, las tasas son más altas en los países de ingresos medianos bajos.
La difusión de este tipo de información contribuye a hacernos percibir una realidad difícil y preocupante. Del mismo modo, nos prepara para estar más atentos y resguardar a quienes estén en riesgo de suicido.