Científicos descubren que una parte de los cromosomas tiene funciones que antes desconocíamos y que podrían ayudarnos a comprender mejor el envejecimiento celular.
Telómeros y cromosomas
Muy en el interior de nuestras células, justo en el núcleo, se encuentra el material genético que permite a cada célula funcionar adecuadamente. En un momento del ciclo celular, el ADN se condensa formando los cromosomas, cuya importancia para la vida es tal que tiene formas de protegerse a sí mismo ante posibles daños. Esa es la función de los telómeros, secuencias repetitivas de ADN.
Hemos pensado al menos 80 años que más allá de proteger al cromosoma, los telómeros contenían información genética poco relevante. Sin embargo, una nueva investigación publicada en PNAS ha demostrado que los telómeros pueden producir proteínas clave para nuestro bienestar.
«Descubrir que los telómeros codifican dos nuevas proteínas de señalización cambiará nuestra comprensión del cáncer, el envejecimiento y cómo las células se comunican unas con otras», dice Jack Griffith, biólogo molecular de la Universidad de Carolina del Norte.
El importante hallazgo se produjo gracias a la identificación de una molécula de ARN vinculada a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). El ARN interviene en la producción de proteínas y los científicos notaron que la molécula con la que se relaciona era muy similar a una producida por los telómeros. En ese momento, se preguntaron si podría haber una relación entre el mecanismo de producción de proteínas en la molécula de ARN de los telómeros y la molécula de ARN vinculada a la ELA.
Niveles proteicos
Para saberlo, el equipo realizó una configuración experimental, demostrando que el ADN de los telómeros era capaz de instruir a las células para que produzcan dos proteínas de señalización, VR (valina-arginina) y GL (glicina-leucina). Estas luego podrían transmitir mensajes para funciones biológicas que afectan el bienestar del cuerpo.
Un análisis posterior reveló que la VR se encuentra en niveles más altos en algunas células cancerosas humanas y en las células de personas con enfermedades relacionadas con telómeros defectuosos, como la enfermedad inflamatoria intestinal. De esa manera, conociendo los niveles de ambas proteínas, los expertos las usarían para evaluar la salud celular.
«Creemos que a medida que envejecemos, la cantidad de VR y GL en nuestra sangre aumenta constantemente, proporcionando potencialmente un nuevo biomarcador para la edad biológica en contraste con la edad cronológica», comenta el biólogo molecular y autor principal del estudio, Taghreed Al-Turki.
Por supuesto, se requieren más análisis para comprender cómo podrían actuar estas proteínas en términos del metabolismo celular y las posibles respuestas inflamatorias. Aun así, es un nuevo y fascinante campo de investigación para explorar.
«Quedan muchas preguntas por responder, pero nuestra mayor prioridad ahora es desarrollar un análisis de sangre simple para estas proteínas», dice Griffith. «Esto podría informarnos sobre nuestra edad biológica y también brindarnos advertencias sobre problemas, como el cáncer o la inflamación».