Ha sido un poco difícil encontrar agua en Marte, pero más difícil ha sido encontrarla en una antigua galaxia. Un equipo de astrónomos ha detectado rastros de agua en la galaxia SPT0311-58 a unos 12,88 mil millones de años luz de la Tierra. Los detalles fueron aceptados en The Astrophysical Journal, y están disponibles en el sitio de pre-impresión ArXiv.
El equipo internacional de astrónomos estima que la galaxia tiene solo 780 millones de años. En dicha edad, las estrellas se formaron a un ritmo mucho mayor que en las galaxias más maduras.
Monóxido de carbono
Esta observación, que se ha convertido en la detección de agua más distante (y más antigua) del Universo, fue realizada por el Atacama Large Millimeter/Submillimeter Array (ALMA). Este es un poderoso radiotelescopio que consta de 66 antenas de radio ubicadas en el norte de Chile en el desierto de Atacama.
Aparte de agua, ALMA detectó monóxido de carbono en la galaxia. “Utilizando observaciones de ALMA de alta resolución de gas molecular en el par de galaxias conocidas colectivamente como SPT0311-58, detectamos moléculas de agua y monóxido de carbono en la más grande de las dos galaxias”, dijo Sreevani Jarugula, astrónomo de la Universidad de Illinois.
“El oxígeno y el carbono, en particular, son elementos de primera generación, y en sus formas moleculares, monóxido de carbono y el agua, son fundamentales para la vida tal como la conocemos», añadió el investigador principal del estudio.
Antigua galaxia
SPT0311-58 fue descubierta por ALMA en 2017 y es la galaxia más masiva conocida actualmente de esta edad antigua. De hecho, consta de dos galaxias que parecen estar fusionándose. Tiene más gas y polvo en comparación con las galaxias a distancias más cercanas, que son más maduras, señalaron los científicos en el comunicado.
“[SPT0311-58] nos brinda muchas potenciales oportunidades para observar moléculas abundantes” afirmó Jaragula. Además de “comprender mejor cómo estos elementos creadores de vida impactaron el desarrollo del Universo temprano”.
Los astrónomos aún no entienden cómo una cantidad tan enorme de gas y polvo se reunió en el joven Universo para formar las primeras estrellas y galaxias. Sin embargo, saben que las estrellas en las galaxias jóvenes se forman a una velocidad mil veces mayor que en la Vía Láctea, declaró Jaragula.
El estudio del contenido de gas y polvo de estas primeras galaxias nos informa de sus propiedades. Por ejemplo, cuántas estrellas se están formando, la velocidad a la que el gas se convierte en estrellas, cómo las galaxias interactúan entre sí y con el medio interestelar, y más.
“Estas moléculas, importantes para la vida en la Tierra, se están formando tan pronto como pueden. Su observación nos está dando una idea de los procesos fundamentales de un Universo muy diferente al de hoy”, dijo Joe Pesce, astrofísico y director del programa ALMA.
El agua es la tercera molécula más común en el Universo después del hidrógeno y el monóxido de carbono. Algunos estudios sugieren que podría usarse como señal de formación estelar. Esta es la primera vez que la sustancia necesaria para la vida juega un papel en la formación de las primeras estrellas.