Un equipo de astrónomos ha descubierto un exoplaneta con una densidad comparable a la de un malvavisco. Según el equipo dirigido por Shubham Kanodia, el lejano mundo es el más esponjoso jamás descubierto que orbita una estrella enana roja. La investigación fue publicada en The Astronomical Journal.
Los astrónomos ya sospechaban que las enanas rojas despojaban una gran proporción de las atmósferas de los exoplanetas demasiado cercanos a ellas. Por ello nadie pensaba que los mundos con envolturas de gas significativas pudieran orbitarlas.
«Tradicionalmente se ha pensado que los planetas gigantes alrededor de estrellas enanas rojas son difíciles de formar”, señaló Kanodia, astrónomo planetario del Carnegie Institution for Science’s Earth and Planets Laboratory.
“Hasta ahora no hemos tenido una muestra de planetas lo suficientemente grande como para encontrar planetas gaseosos cercanos de una manera robusta. Esto solo se había analizado con pequeñas muestras de estudios Doppler, que generalmente encuentran planetas gigantes más alejados de las enanas rojas”, añadió.
Enanas rojas
Las enanas rojas son las estrellas más numerosas de la Vía Láctea. Son muy pequeñas, frías y tan tenues, que ni una sola puede verse a simple vista. Esto a pesar de que constituyen alrededor del 73% de todas las estrellas de la Vía Láctea.
Debido a que son pequeñas, se queman de manera más lenta que estrellas como nuestro Sol; en otras palabras, tienen una vida útil significativamente más larga. Mientras que la vida útil de nuestro Sol se estima en unos 10.000 millones de años, las estrellas enanas rojas podrían vivir billones de años.
Esta longevidad, junto con la abundancia de estrellas enanas rojas, nos dice que si llegara a surgir vida, lo haría en un planeta que orbite alrededor de una estrella enana roja.
TOI-3757b
El exoplaneta encontrado por los astrónomos recibe el nombre de TOI-3757b y es un gigante gaseoso que orbita una enana roja en la constelación de Auriga. TOI-3757b fue detectado gracias al telescopio espacial TESS.
Los investigadores buscaron cambios en la luz de la estrella para demostrar la atracción gravitatoria que el exoplaneta ejerce sobre ella. Como la gravedad se relaciona con la masa, se obtuvo una masa de unas 85 Tierras. Júpiter, por contexto, tiene una masa de alrededor de 318 Tierras.
Otros astrónomos han sugerido que los exoplanetas gruesos pueden tener sistemas de anillos extendidos. Sin embargo, Kanodia y sus colegas observaron que la cercanía de TOI-3757b a su estrella no le permite mantener un sistema de anillos estable, como Saturno. Así que probablemente sea solo una atmósfera muy hinchada.
El equipo mantiene la esperanza en su búsqueda para descubrir y estudiar otros mundos tipo malvavisco. «Encontrar más sistemas de este tipo con planetas gigantes es parte de nuestro objetivo sobre comprender la formación de planetas», dice Kanodia. Alguna vez se teorizó que este tipo de exoplanetas eran extremadamente raros alrededor de las enanas rojas.