La sustitución de hígado y corazón por otros órganos de donantes es una situación poco común, reservada para casos en los que ambos órganos fallan. Sin embargo, Adriana Rodríguez se convirtió en la primera paciente sometida a un trasplante de corazón e hígado, a pesar de que este último se encontraba en perfecto estado.
Hígado y corazón
El equipo de médicos investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington tomó esta histórica decisión debido a la alta probabilidad de que su sistema inmunitario rechazara cualquier tejido extraño que ingresara en su cuerpo. Aunque Adriana cumplía con los requisitos para el trasplante, sus anticuerpos eran excepcionalmente altos, más de lo que habían visto antes los médicos.
«Encontrar una coincidencia inmunológica solo para su corazón sería como tratar de ganar la lotería. Esencialmente, ella habría necesitado que el donante fuera su gemelo inmunológico», explicó el cardiólogo Shin Lin.
Por lo tanto, la única oportunidad que tenía Adriana de recibir un corazón que su cuerpo no rechazara era también sustituir su hígado. A este procedimiento se le conoce como trasplante de corazón después de hígado (HALT, por sus siglas en inglés), donde su hígado sano pasó a un receptor que lo necesitaba.
En 2021, el cirujano cardiovascular Richard Daly y su equipo informaron sobre los resultados favorables a largo plazo de HALT en pacientes con enfermedad cardíaca y hepática en etapa terminal, en comparación con los trasplantes que involucran solo el corazón.
Una decisión que cambió una vida
No está claro por qué un hígado donado podría reducir las posibilidades del rechazo del corazón. Los hígados son órganos resistentes, capaces de resistir un ataque de anticuerpos mejor que la mayoría de los tejidos importados.
El doctor Lin convenció al equipo de que HALT era la mejor oportunidad para salvar la vida de Adriana, y el cirujano cardiotorácico Jay Pal destacó su inquebrantable creencia en el éxito de este procedimiento.
Desde 2021, Adriana esperaba un donante para su corazón fallido, y finalmente, el 14 de enero de 2023, recibió la noticia que tanto necesitaba: había disponibilidad de un corazón y un hígado adecuados.
Después de la operación, el sistema inmunitario de Adriana tardó un poco más de dos meses en asentarse, y las evaluaciones de sus anticuerpos sugirieron que el hígado desempeñó un papel importante en su respuesta inmunitaria.
«No hay palabras para expresar mi gratitud por la atención excepcional hacia mí, a los médicos y cirujanos que aportaron ideas sobre cómo salvar mi vida, a mis enfermeras por hacer un esfuerzo adicional para hacerme sentir cómoda y a todos los que trabajaron en mi caso a quienes amo y no llegué a conocer», dijo ella.
Dado que los órganos compatibles son escasos, los investigadores buscan mejores formas de suministrar tejidos que tengan menos probabilidades de ser rechazados, y el HALT podría ser una opción prometedora.