En nuestro pecho, justo detrás del esternón se sitúa una pequeña glándula grasa que pasa desapercibida para muchos. Durante años, se creyó que esta glándula, conocida como el timo, se volvía inútil una vez alcanzada la edad adulta. Sin embargo, un reciente estudio retrospectivo sugiere que en realidad no es tan prescindible como los expertos solían pensar.
Este estudio ha permitido a investigadores estadounidenses descubrir que aquellos a quienes se les extirpa el timo enfrentan un mayor riesgo de fallecer debido a cualquier causa más adelante en su vida y tienen una probabilidad elevada de desarrollar cáncer.
Al tratarse de un estudio de naturaleza observacional, no se puede establecer de manera concluyente que la extirpación del timo sea el factor directo que provoca el cáncer u otras enfermedades mortales. Aun así, los científicos sugieren que se conserve el timo siempre que sea factible, argumentando que esta medida «debería considerarse una prioridad clínica».
«La magnitud del riesgo era algo que nunca hubiéramos esperado», señala el oncólogo David Scadden en una entrevista con Harvard Gazette.
Los roles del timo
Durante la infancia, el timo desempeña un papel crucial en el desarrollo del sistema inmunitario. Su extirpación temprana resulta en reducciones a largo plazo en las células T, un tipo de glóbulo blanco que combate gérmenes y enfermedades. Los niños que no cuentan con esta glándula también muestran una respuesta inmunitaria deficiente a las vacunas.
Una vez que una persona alcanza la pubertad, el timo experimenta un proceso de reducción en su tamaño y produce muchas menos células T para el organismo. Al parecer, su extracción no causa daños inmediatos y, debido a su ubicación frontal respecto al corazón, es comúnmente retirado durante procedimientos de cirugía cardiotorácica.
Excluyendo casos de pacientes con cáncer de timo o enfermedades autoinmunes crónicas que requieran una timectomía, esta glándula no resulta un obstáculo, sino más bien todo lo contrario.
Mediante el análisis de datos de pacientes pertenecientes a un sistema de salud estatal, investigadores de Boston compararon los resultados entre aquellos que habían pasado por cirugía cardiotorácica: más de 6000 personas (grupo de control) a quienes no se les había extraído el timo, y 1146 personas a quienes sí se les había realizado la extirpación.
El timo y el cáncer
Los pacientes que se habían sometido a una timectomía presentaron casi el doble de riesgo de fallecer en un lapso de 5 años, incluso después de considerar factores como el género, la edad, la etnia y la presencia de cáncer de timo, miastenia grave o infecciones posoperatorias.
Además, mostraron el doble de probabilidad de desarrollar cáncer durante los 5 años posteriores a la cirugía. Este tipo de cáncer, en general, se manifestaba con mayor agresividad y tendía a reaparecer con mayor frecuencia después del tratamiento, en comparación con el grupo de control.
Aunque las causas detrás de estas asociaciones no se comprenden completamente, los investigadores sospechan que la ausencia del timo podría de alguna manera interferir en el funcionamiento saludable del sistema inmunológico en adultos.
«Estos hallazgos respaldan la idea de que el timo desempeña un papel en la producción continua de nuevas células T en la etapa adulta y en el mantenimiento de la salud en los individuos mayores», concluyen los autores del estudio.