Desde su descubrimiento en 1936, FU Orionis ha sido una fuente constante de misterio y fascinación para los astrónomos. Esta estrella, parte de un sistema binario, ha estado experimentando erupciones violentas, desafiando la comprensión científica durante décadas.
Sin embargo, recientes investigaciones lideradas por Antonio Hales del Observatorio Nacional de Radioastronomía han arrojado luz sobre este enigma cósmico. Utilizando observaciones del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), el equipo ha logrado captar imágenes directas de un flujo de material que alimenta activamente a FU Orionis.
Este descubrimiento marca un hito crucial en nuestra comprensión de cómo las estrellas jóvenes en explosión se reabastecen de masa. Los detalles fueron publicados en The Astrophysical Journal.
El descubrimiento
Se ha determinado que el material que alimenta estas erupciones es un filamento de monóxido de carbono que se enrosca en la estrella central del sistema FU Orionis. Aunque este hilo contiene una cantidad insuficiente de material para mantener las erupciones estelares, se cree que es el remanente de un clúster de gas mucho más grande que ha sido absorbido por la estrella a lo largo del tiempo.
Los hallazgos sugieren que la interacción con un flujo más grande de gas en el pasado pudo haber causado la inestabilidad del sistema, desencadenando el aumento repentino de brillo observado.
A una distancia de aproximadamente 1,360 años luz en la constelación de Orión, FU Orionis es un sistema binario de dos estrellas relativamente pequeñas, con alrededor de 2 millones de años de antigüedad.
Si bien FU Orionis fue la primera estrella de su tipo en ser observada en erupción en la década de 1930, desde entonces se han descubierto otras estrellas jóvenes y en crecimiento comportándose de la misma manera. Este comportamiento, conocido como estrellas FUor, se cree que es el resultado de una transferencia acelerada de masa desde el disco de acreción alrededor de cada estrella.
Más estudios
Los astrónomos especulan que el material adicional proviene del espacio interestelar, cayendo sobre el disco y alimentando el crecimiento estelar. Mediante observaciones con diferentes configuraciones de las antenas ALMA y modelado numérico, se pudo determinar las propiedades y tasas de transferencia del flujo de material que proporciona a FU Orionis la energía suficiente para su prolongada erupción.
Aunque el origen exacto del material adicional aún no está claro, esta investigación sugiere que podría provenir de lo que queda del envoltorio protostelar que rodea al sistema binario.
El estudio arroja luz sobre el misterioso comportamiento de FU Orionis. Pero también proporciona una comprensión más profunda de cómo estos eventos moldean el crecimiento y la evolución de las estrellas jóvenes.