A2261-BCG es una enorme galaxia que debería albergar uno de los agujeros negros supermasivos más grandes del universo. Sin embargo, por más que busquen, los astrónomos no han podido encontrar ningún rastro de tal objeto.
El estudio, liderado por Kayhan Gultekin de la Universidad de Michigan, será publicado en American Astronomical Society pero por el momento se encuentra disponible en arXiv.
Una nueva búsqueda
Sabemos que casi todas las galaxias del universo contienen un agujero negro supermasivo en sus centros. La masa de estos objetos, comúnmente, está relacionada a la masa total de la galaxia. En ese sentido, los astrónomos esperaban que la galaxia A2261-BCG albergara un agujero negro supermasivo de entre 3.000 millones y 100.000 millones de masas solares.
Anteriormente, como indica el comunicado oficial de la Universidad de Michigan, los astrónomos ya habían buscado rastros de este agujero en datos del Telescopio de rayos X Chandra entre 1999 y 2004, pero no encontraron nada.
Ahora, con observaciones nuevas y más largas de Chandra obtenidas en 2018, el equipo actual realizó una búsqueda más profunda del agujero negro. El resultado fue el mismo: nada. Sin embargo, ahora hay una posible explicación.
¿Dónde está el agujero negro?
El equipo plantea que el agujero negro central fue expulsado de la galaxia anfitriona como resultado de la fusión de dos galaxias para formar la observada. Si la gran cantidad de ondas gravitacionales generadas por tal evento fueron más fuertes en una dirección que en otra, la teoría predice que el nuevo agujero negro, aún más masivo, habría sido enviado a toda velocidad desde el centro de la galaxia en la dirección opuesta.
Los astrónomos, sin embargo, no han encontrado evidencia definitiva de que los agujeros negros supermasivos se fusionen. Y mucho menos han encontrado evidencia de que los agujeros negros sean expulsados de esa manera. Hasta la fecha, los científicos solo han confirmado las fusiones de agujeros negros mucho más pequeños.
Debido a esto los autores dicen que hay dos posibles explicaciones. La primera es que efectivamente el agujero negro fue expulsado, no está. La otra es que, tal vez, el agujero negro está atrayendo material muy lentamente, lo que haría que la señal de rayos X sea muy débil.
Por el momento, el misterio de la ubicación de este gigantesco agujero negro continúa. Aunque la búsqueda no tuvo éxito, queda esperanza para los astrónomos que buscan este coloso en el futuro. El lanzamiento del telescopio espacial James Webb podría ayudarnos a revelar la ubicación de esta masiva estructura. Si el Webb no puede encontrar el agujero negro, entonces la mejor explicación es que el agujero negro se ha alejado bastante del centro de la galaxia.