Todos hemos sentido que el tiempo a veces pasa volando y otras veces se detiene por completo. Ahora, un nuevo estudio plantea que esta distorsión del tiempo podía ser causada, en parte, por el cansancio de las células cerebrales.
Los resultados de la investigación fueron publicados en JNeurosci.
Estudiando nuestra percepción del tiempo
Los investigadores hicieron pruebas en 18 voluntarios para estudiar la percepción del tiempo. Conectaron a cada participante a una máquina de imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI) para medir su actividad cerebral.
A los participantes se les mostró primero un círculo gris sobre un fondo negro durante 250 milisegundos o 750 milisegundos, 30 veces seguidas. A este se le denominó “estímulo de adaptación”.
Posteriormente, se les mostró otro círculo durante un periodo de tiempo determinado como un “estimulo de prueba”. Luego se les pidió que escucharan ruido blanco durante un tiempo y se les preguntó si el estímulo de prueba era más largo o más corto que el ruido blanco.
Los investigadores se percataron que si el estímulo de prueba era similar en duración al estimulo de adaptación, las neuronas se disparaban menos que cuando se expusieron por primera vez al círculo gris.
¿Qué quiere decir esto?
Masamichi Hayashi, autor principal de la investigación, dice que esta repetición agota las neuronas que son sensibles a esa duración. Sin embargo, otras neuronas sensibles a otra duración todavía se encontraban activas.
Esta diferencia en la actividad de las neuronas provocó una distorsión del tiempo en los participantes. Si se expuso a un estímulo más largo que la duración a la que se adaptó el cerebro, el participante sobrestimó el tiempo y si se expuso a un estímulo más corto, el participante subestimó el tiempo.
El equipo plantea que esto puede distorsionar nuestro sentido del tiempo en el mundo real. Imagina que eres parte de la audiencia en un concierto de piano. «Su audiencia puede sentir su tempo musical subjetivamente más lento de lo que realmente es después de estar expuesto a una música con un tempo más rápido, incluso si está tocando la música en el tempo correcto”, explicó.
Sin embargo, “no podemos decir en este momento que la fatiga de las neuronas ‘causa’ una percepción del tiempo sesgada porque nuestro estudio solo mostró una correlación entre la fatiga de las neuronas … y la distorsión del tiempo subjetivo”.
En otras palabras: encontrar relación entre los datos no implica encontrar una relación causa-efecto. Para determinarlo hacen falta más estudios.
Según Hayashi, es posible que haya más mecanismos en el cerebro que puedan explicar nuestra percepción única del tiempo. Estos pueden estar vinculados a factores psicológicos como las expectativas, a factores químicos en el cerebro e incluso la velocidad a la que las neuronas se activan entre sí para formar una red.
«Abordar esta pregunta sería una dirección importante para la investigación futura», concluyó Hayashi.