La NASA ha lanzado finalmente la misión Europa Clipper, dirigida a estudiar Europa, una de las lunas de Júpiter. A bordo de un cohete SpaceX Falcon Heavy, la nave espacial fue enviada el lunes hacia este satélite que, según los científicos, podría albergar un vasto océano de agua salada bajo su helada superficie.
Europa es uno de los lugares más prometedores del Sistema Solar en cuanto a la posibilidad de encontrar vida, dado que se cree que su océano contiene el doble de agua que la Tierra.
Este cuerpo celeste ha despertado el interés de la comunidad científica desde hace décadas, ya que la vida, al menos en la Tierra, puede desarrollarse en ambientes acuáticos sin luz solar, como los que existen en las profundidades oceánicas.
La clave está en la existencia de una fuente de energía, como las ventilas hidrotermales, que liberan calor desde el interior del planeta, junto con moléculas orgánicas esenciales como carbono, oxígeno y nitrógeno.
La nave más grande
Europa Clipper, el mayor artefacto interplanetario jamás construido por la NASA, tiene como objetivo analizar si las condiciones de Europa podrían sostener vida. Con una altura de 5 metros y alas solares que, al desplegarse, alcanzan una envergadura de 30 metros, la nave pesa aproximadamente tres toneladas y media.
Aunque el objetivo principal de la misión no es buscar vida directamente, se centrará en estudiar la habitabilidad de esta luna. Para ello, la nave está equipada con 9 instrumentos científicos que medirán la salinidad y profundidad del océano subterráneo de Europa, además de detectar moléculas clave y tomar imágenes de alta resolución de su superficie.
Según Laurie Leshin, directora del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, esta misión es «una catedral moderna» y un «proyecto generacional». Los científicos han soñado con esta misión durante más de 20 años, y la construcción del Clipper ha llevado una década.
Sin embargo, todavía pasarán otros diez años antes de que los datos científicos estén completos, ya que la nave debe recorrer 3000 millones de kilómetros hasta Júpiter, un viaje que incluye un impulso gravitacional de Marte para llegar a su destino en abril de 2030.
El objetivo
La misión contempla 49 sobrevuelos cercanos a Europa, cada uno sobrevolando una región diferente de la luna, lo que permitirá cubrir casi toda su superficie. Durante cada aproximación, la nave se enfrentará a altos niveles de radiación provenientes de Júpiter, equivalentes a millones de radiografías de tórax.
A pesar de estos desafíos, los científicos esperan obtener datos cruciales sobre la posibilidad de que Europa sea un ambiente habitable. Además, la misión podría confirmar teorías previas de que el hielo de Europa brilla en la oscuridad debido a la radiación del planeta gigante.
Esta misión es un hito clave en la búsqueda de vida en el Sistema Solar y más allá, ya que los mundos oceánicos como Europa son los candidatos más prometedores para encontrar vida fuera de la Tierra.