Los planetas con magnetosferas siempre han atraído la atención de los astrónomos debido a las fascinantes propiedades que poseen. Cuando se las observa con instrumentos precisos, emiten sonidos hermosos y enigmáticos. Estos fenómenos, conocidos como ondas de coro, se han documentado en la Tierra, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Ahora un nuevo estudio publicado en Nature Astronomy ha revelado la detección de estas ondas en Mercurio.
El hallazgo
El descubrimiento de estas ondas corales alrededor de Mercurio fue realizado por un equipo de científicos de Japón y Francia, bajo la dirección del astrónomo Mitsunori Ozaki de la Universidad de Kanazawa.
Lo que hace fascinante a este hallazgo es el marcado contraste entre este y otros planetas donde se han identificado las ondas de coro. Mercurio carece de una atmósfera densa y de cinturones de radiación permanentes que atrapen partículas solares en un campo magnético.
Esto nos ofrece una oportunidad única para profundizar en su entorno magnético y comprender cómo los vientos solares influyen en los campos magnéticos planetarios.
Ondas de coro
El campo magnético de Mercurio es relativamente débil y su atmósfera es casi inexistente. Su proximidad al Sol lo expone a intensa radiación y vientos solares. Sin embargo, este planeta tiene su cuota de misterios. Estudios recientes revelaron que Mercurio, a pesar de su débil campo magnético, cuenta con sus propias auroras únicas.
Históricamente, los científicos han especulado acerca de la existencia de ondas de coro en Mercurio. Estas emergen cuando electrones energéticos quedan atrapados en la magnetosfera del planeta, girando en espiral siguiendo las líneas del campo magnético, produciendo así ondas en el plasma.
Luego, cuando se registran, pueden traducirse en sonidos característicos que proporcionan información sobre el movimiento y el comportamiento de los electrones. Aquí tienes un ejemplo de cómo suenan:
BepiColombo y Mercurio
Nuestro conocimiento de Mercurio ha sido limitado debido a exploraciones poco frecuentes. Aunque su campo magnético fue descubierto en la década de 1970 por la misión Mariner 10, aún queda mucho por saber.
La misión BepiColombo, lanzada en 2018, busca colmar esta brecha. Uno de sus instrumentos, MIO, está específicamente diseñado para estudiar la magnetosfera de Mercurio. Si bien MIO aún no ha ingresado en la órbita de Mercurio, los sobrevuelos realizados en 2021 y 2022 han proporcionado datos valiosos.
En estos datos, los científicos identificaron evidencia de ondas en modo silbato en la magnetosfera de Mercurio, limitadas a una región específica conocida como el sector del amanecer. Esto sugiere un mecanismo físico único en juego, ya sea amplificando las ondas corales en esta región o suprimiéndolas en otros lugares.
A través de simulaciones, el equipo dedujo que la transferencia de energía de los electrones a las ondas electromagnéticas es más eficiente en el sector del amanecer, lo que da como resultado las ondas «cantantes» observadas.
Mientras anticipamos la inserción orbital de MIO en 2025, estos hallazgos iniciales sientan las bases para investigaciones más detalladas. Los astrónomos pretenden comprender las similitudes y diferencias entre las ondas corales de la Tierra y Mercurio.