Los científicos se enfrentan a un fenómeno verdaderamente desconcertante: una rara explosión cósmica conocida como «transitorio óptico azul rápido luminoso» (LFBOT). Estos, cuya naturaleza de por sí ya resulta enigmática, han sido observados en un lugar inesperado: el espacio intergaláctico.
Los LFBOT, como su nombre indica, son increíblemente brillantes y breves. Su resplandor supera al de una supernova típica en al menos diez veces. Sin embargo, se distinguen de las supernovas por su comportamiento; estas últimas alcanzan su máximo brillo y luego disminuyen en el transcurso de semanas o incluso meses.
Los LFBOT parpadean brillantemente y luego desaparecen, similar al flash de una cámara en la inmensidad del espacio. Su intenso brillo y su corta duración los han convertido en objeto de intriga desde que se detectó el primero en 2018.
El descubrimiento
Una observación reciente, aceptada en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society Letters y disponible en arXiv, ha añadido otra capa al misterio.
Un LFBOT, cariñosamente apodado Finch (AT2023fhn), no se encontraba en una galaxia, como se podría esperar, sino en el vacío del espacio intergaláctico. Este descubrimiento desafía la teoría predominante de que los LFBOT son un tipo de supernova masiva, eventos normalmente confinados a las galaxias.
Ashley Chrimes, astrónoma afiliada a la Agencia Espacial Europea y a la Universidad de Radboud, expresó el asombro compartido por la comunidad científica: «A medida que aprendemos más sobre los LFBOT, su capacidad para sorprendernos crece». La ubicación de Finch, señaló, no concuerda con lo que uno esperaría de una supernova.
Teorías
Abundan las teorías sobre los orígenes de los LFBOT. Algunos especialistas especulan que son el resultado de un tipo único de supernova de colapso del núcleo. En este caso, se trataría del núcleo de una estrella moribunda que colapsa directamente en una estrella de neutrones o un agujero negro.
Este tipo de evento requeriría una estrella progenitora con una masa al menos ocho veces mayor que la de nuestro Sol. Otra teoría sugiere que los LFBOT podrían surgir cuando un agujero negro consume otro objeto denso, como una estrella enana blanca.
Sin embargo, la ubicación de Finch complica estas teorías. El evento fue detectado por la instalación transitoria de Zwicky en abril de 2023, y su origen se situó a 2.860 millones de años luz de distancia.
De manera sorprendente, se encontraba a 50.000 años luz de la galaxia espiral más cercana. Esta distancia cuestiona la teoría de las supernovas, ya que las estrellas masivas, que podrían ser progenitoras de supernovas, generalmente no se espera que viajen tan lejos de sus galaxias anfitrionas.
Otras opciones
No obstante, la teoría del agujero negro continúa siendo una explicación plausible. Algunos científicos sugieren la presencia de un cúmulo globular, un conjunto de estrellas antiguas y aisladas, en el espacio intergaláctico. Se cree que estos cúmulos albergan agujeros negros, en particular los de masa intermedia. Si un cúmulo así existiera en esa ubicación, un LFBOT podría originarse a partir de la absorción de materia cercana por un agujero negro interno.
Otra posibilidad intrigante es una colisión entre dos estrellas de neutrones, una de las cuales sea un magnetar. El intenso campo magnético del magnetar podría amplificar la explosión resultante, conocida como kilonova. Sin embargo, como en el caso de otras teorías, esta requiere más estudios.
Chrimes captura de manera precisa la percepción de la comunidad científica: «El hallazgo plantea interrogantes adicionales de los que resuelve». Conforme los investigadores abordan estas incógnitas, una realidad se destaca: a medida que desvelamos más fenómenos de esta índole, su enigma se profundiza.