Una nueva investigación ha revelado que la pérdida significativa de dientes en la vejez está asociada con un mayor riesgo de morir por enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y otros eventos cardíacos fatales. El estudio fue publicado en el Journal of Endodontics.
Este hallazgo refuerza estudios previos que ya habían señalado una posible relación entre la pérdida de uno o más dientes y un riesgo incrementado de enfermedades cardiovasculares, las cuales son la principal causa de muerte a nivel mundial.
Relación poco clara
La conexión entre la salud oral y las enfermedades del corazón podría parecer inusual, pero existe una explicación plausible. La pérdida de dientes o una higiene oral deficiente podría permitir que patógenos ingresen a las encías, provocando infecciones que, al llegar al torrente sanguíneo, desencadenan una inflamación que podría afectar al corazón.
Sin embargo, factores como el tabaquismo, la falta de ejercicio, la diabetes, los niveles de colesterol y la presión arterial también juegan un papel importante en la salud cardiovascular. Esto ha dificultado que los investigadores establezcan una conexión causal clara entre la pérdida de dientes y las enfermedades cardiovasculares.
Algunas investigaciones anteriores sugieren que la relación entre la pérdida de dientes y las enfermedades cardiovasculares desaparece cuando se considera el tabaquismo, como se evidenció en un análisis de 2018. No obstante, otros estudios han encontrado evidencias que apoyan una posible relación causal.
El nuevo estudio
Para abordar estas contradicciones, un nuevo análisis se centró en la pérdida severa de dientes, recopilando datos de 12 estudios publicados, los cuales seguían los resultados orales y cardiovasculares durante periodos de entre 3 y 49 años. El trabajo concluyó que la pérdida de dientes no es solo un problema dental, sino un predictor significativo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
La investigación encontró que las personas que habían perdido la mayoría o la totalidad de sus dientes tenían un 66% más de riesgo de morir por problemas cardíacos, en comparación con aquellas que habían perdido solo algunos dientes o ninguno. Este riesgo elevado se mantuvo incluso después de ajustar los estudios por factores como la edad y el tabaquismo.
Aunque este análisis de estudios observacionales solo puede señalar asociaciones y no causas directas, sugiere que mejorar la salud oral podría ayudar a reducir la carga global de las enfermedades cardiovasculares.
Esto podría lograrse proporcionando mejor acceso a alimentos saludables y atención dental asequible, especialmente en países de ingresos bajos y medios y entre las poblaciones mayores.
En 2019, un tercio de las muertes en todo el mundo fueron causadas por enfermedades cardiovasculares, incluyendo ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, arterias obstruidas e insuficiencia cardíaca. Por ello, la preservación de los dientes y el mantenimiento de una salud oral óptima no pueden subestimarse.