Un equipo de investigadores en inteligencia artificial de Sakana AI en Japón, en colaboración con la Universidad de Oxford y la Universidad de British Columbia, ha desarrollado un sistema de IA capaz de realizar investigaciones científicas de manera autónoma. 

El grupo ha publicado un artículo en el servidor de preimpresiones arXiv y una descripción general en el sitio web de Sakana.

El menester de la ciencia

La investigación científica es un proceso complejo que normalmente comienza con una simple idea, seguida de la revisión de estudios previos, la elaboración de un plan de acción, la evaluación de necesidades y costos, y finalmente, la ejecución del proyecto y la publicación de los resultados. 

Este proceso puede ser largo, difícil y costoso, principalmente debido al costo de la mano de obra. El equipo de Sakana AI ha automatizado todo este proceso con su nuevo sistema, denominado «The AI Scientist», la Inteligencia Artificial Científica. 

Utilizando modelos de lenguaje de gran escala (LLMs), la IA es capaz de imitar el proceso de investigación científica, generando ideas, ejecutando investigaciones y redactando artículos de nivel académico.

El sistema ya ha sido probado en tareas relacionadas con la investigación en inteligencia artificial y, según los investigadores, está produciendo artículos que cumplen con los estándares de aceptación en la comunidad científica.  Si estas afirmaciones se validan, el impacto en la comunidad investigadora podría ser importante.

Impacto

La posibilidad de que las IA comiencen a realizar investigaciones que actualmente son llevadas a cabo por humanos podría llevar a la pérdida de millones de empleos, la reducción de matrículas en universidades y una disminución en el financiamiento para la investigación. 

No obstante, el potencial de este tipo de investigaciones podría conducir a avances en áreas como la investigación del cáncer, el desarrollo de fármacos, estrategias de mitigación del cambio climático o la comprensión de misterios fundamentales como la gravedad, la materia oscura o el origen de la vida en la Tierra.