Innovadora técnica permite modificar moscas genéticamente y liberarlas sin riesgo

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Innovadora técnica permite modificar moscas genéticamente y liberarlas sin riesgo

(Akbari lab, UC San Diego)

Empleando innovadora tecnología, científicos han conseguido modificar genéticamente moscas con una barrera que reduce el riesgo de liberar estos organismos en el ambiente. ¿Para qué? Sus aplicaciones en salud y seguridad alimentaria no tiene límites.

Impulsos e impulsores

Desde que empezó a estudiarse en 1993 hasta su desarrollo, la tecnología CRISPR (secuencias del genoma de algunas bacterias) se ha convertido en una herramienta con potenciales aplicaciones en la medicina y seguridad alimentaria. No queda fuera su uso en genética dirigida, también llamada impulso genético, con la cual se pueden dirigir un conjunto seleccionado de genes a través de a través de una población. Esto permite reducir al 50% la probabilidad que tiene un alelo de transmitirse a la descendencia.

Una de las aplicaciones de los controversiales impulsos genéticos es la manipulación de los genes de insectos vectores para evitar la transmisión de enfermedades como la malaria y el dengue.  He ahí la controversia y preocupación. Especialistas cuestionan el despliegue de estos organismos en la naturaleza ya que no hay garantías para evitar que los impulsores genéticos se propaguen de forma descontrolada.

Ante estas preocupaciones, científicos de la Universidad de California han desarrollado un impulso genético con una barrera genética incorporada , diseñada para mantener el impulso bajo control. La investigación se encuentra publicada en Nature.

La heroína Drosophila

Los autores utilizaron como modelo a la famosa mosca de la fruta (Drosophila melanogaster), cuya versión modificada es liberada en cantidades suficientes para actuar como impulsores genéticos que pueden propagarse localmente y revertirse si se deseara.

Esta innovación ha sido denominada como SPECIES (barreras postzigóticas sintéticas que explotan incompatibilidades basadas en CRISPR para especies de ingeniería) y aunque de momento es tan solo una prueba de concepto, podría transferirse a insectos vectores para el control de enfermedades o insectos plagas que devastan cultivos enteros.

La idea es que cuando los organismos SPECIES sean liberados en la naturaleza en cantidades consideradas suficientes, se mezclen a través de una población de manera controlada. Luego, mientras se propagan deberán ser capaces de reemplazar a todas sus versiones silvestres originales. Así, especies como Anopheles tendrían su versión SPECIES con un elemento genético que los imposibilita transmitir la malaria.

Imitar lo natural

Los científicos detrás de esta tecnología aseguran que es una versión acelerada de lo que ocurre en la naturaleza. Por ejemplo, si una población de la especie Anopheles en un momento determinado quedara separada por algún evento geológico, una nueva especie podría evolucionar a partir de esa. Si la nueva especie de Anopheles se reencontrara con su población original, los intentos de reproducción quedarían limitados a una descendencia inviable debido a los cambios biológicos generados por lo que se conoce como aislamiento reproductivo.

El genetista molecular Omar Akbari, líder del proyecto menciona que «al ser las SPECIES incompatibles con los mosquitos de tipo salvaje, sus poblaciones pueden controlarse y revertirse limitando su población umbral por debajo del 50%. Esto le da la capacidad de limitar y revertir su propagación si lo desea «.

El límite ocurre cuando el organismo SPECIES completa su función de reemplazar temporalmente a las poblaciones silvestres. Paulatinamente su número se reducirá con la introducción de individuos «originales».

Sin duda es una buena alternativa a los efectos negativos de una tecnología impulsada por CRISPR, como los impulsos genéticos. De todas formas, es necesario tomar vigilancia hasta lograr el perfeccionamiento de técnicas como éstas.