Domesticados desde hace 6 mil años, los camellos son conocidos por su habilidad de sobrevivir durante semanas sin beber nada de agua. Ahora, una investigación publicada en Communications Biology, se ha centrado en entender mejor el ingrediente secreto que le da a los camellos su superpoder.
Cuando los humanos nos quedamos sin agua, nuestros riñones realizan cambios para conservar la mayor cantidad de humedad posible. El agua se filtra hacia los túbulos en un área llamada corteza, donde fluye hacia otra parte llamada médula.
Luego, en la médula, los iones de la sal disuelta se bombean a través de las membranas para crear un desequilibrio que obliga a una parte del agua a regresar a la sangre, mientras que el resto se lleva los desechos en forma de orina.
El estudio
Los cuerpos de los camellos (Camelus dromedarius) llevan esta recaptación de agua al extremo. Investigadores examinaron los genes expresados en las células de los riñones de los camellos, y compararon los de los camellos deshidratados con los que recientemente se habían llenado de agua.
“Identificamos cientos de genes y proteínas que cambian significativamente tanto en la corteza renal como en la médula en animales deshidratados y rehidratados en comparación con los controles”, dijo Fernando Alvira Iraizoz, fisiólogo animal de la Universidad de Bristol.
Muchos de los genes que cambiaron la expresión en los camellos deshidratados parecían estar involucrados en la supresión de la sustancia grasa colesterol en sus células renales. Entonces, Alvira Iraizoz y sus colegas midieron la cantidad de colesterol en las membranas plasmáticas de los riñones en los animales deshidratados y la compararon con los controles.
El colesterol
Descubrieron que los camellos deshidratados tenían menos colesterol en estas membranas celulares renales que los hidratados. Además, los genes que codifican el transporte de iones y canales de agua a través de las membranas celulares también se expresan más en las células renales de los camellos deshidratados.
Juntos, todos estos hallazgos respaldan las sospechas del equipo. Ellos creían que la supresión del colesterol inducida por la deshidratación permitía que los camellos se aferren a más agua en los riñones.
Una disminución en la cantidad de colesterol en la membrana de las células renales facilitaría el movimiento de solutos y agua a través de diferentes secciones del riñón. Este es un proceso requerido para reabsorber agua de manera eficiente y producir una orina altamente concentrada, evitando así la pérdida de agua.
Los científicos ahora están trabajando en un análisis similar del cerebro del camello, y planean estudiar la respuesta de expresión genética a la deshidratación severa en otros mamíferos áridos, como los jerbos, un tipo de roedor desértico.
La investigación es particularmente relevante hoy en día, ya que más de un tercio de la superficie terrestre del mundo está amenazada por la desertificación como resultado del cambio climático y el uso insostenible de la tierra.