Los anillos no son la única característica particular de Saturno. El gigante gaseoso también tiene un peculiar campo magnético: es casi perfectamente simétrico alrededor de su eje de rotación. Ahora, un nuevo análisis de los datos de la sonda Cassini de NASA ha demostrado lo que podría estar sucediendo. Los detalles fueron publicados en AGU Advances.
Investigadores de la Universidad Johns Hopkins han usado la sonda Cassini para sondear el interior de un gigante gaseoso, generalmente difícil de observar. Esto, a su vez, nos ayudará a comprender cómo Saturno llegó a ser como es.
“Al estudiar cómo se formó Saturno y su evolución con el tiempo, podemos aprender mucho sobre la formación de otros planetas similares a Saturno dentro de nuestro propio Sistema Solar, así como más allá”, dijo la física planetaria Sabine Stanley.
El estudio
Los campos magnéticos planetarios se generan usualmente dentro del planeta, mediante algo llamado dínamo. Este es un fluido que gira, convecte y conduce la electricidad que convierte la energía cinética en energía magnética, haciendo girar un campo magnético hacia el espacio.
Stanley y el científico planetario Chi Yan decidieron usar la caracterización que la sonda Cassini hizo del campo magnético de Saturno. El dúo aplicó ingeniería inversa a lo que ocurre en el misterioso y opaco interior de Saturno. Usando poderosas simulaciones por computadora, ingresaron datos de Cassini para intentar reproducir el campo magnético observado.
“Descubrimos qué tan sensible era el modelo a cosas muy específicas como la temperatura”, comenta Stanley. “Y eso significa que tenemos una idea realmente interesante del interior profundo de Saturno hasta 20.000 kilómetros hacia abajo. Es una especie de visión de rayos X”, añadió.
Capas de helio
Además, una capa de lluvia de helio estable a la convección que se extiende hasta el 70% del radio del planeta es favorable para reproducir las observaciones de Cassini. Esto no es un nuevo concepto.
En relación a las temperaturas y presiones dentro de Saturno, los gases de hidrógeno y helio se vuelven líquidos; a profundidades más bajas, el helio podría separarse, formando una capa estable que llueve hacia el interior del núcleo planetario. Esto explicaría por qué el interior de Saturno también se mantiene más caliente de lo esperado.
En el límite de esta capa de helio, el flujo de calor cambia según la latitud. Las latitudes ecuatoriales son mucho más cálidas y las temperaturas en las regiones polares en latitudes altas son mucho más bajas.
Futuras misiones
Curiosamente, los modelos del equipo asimismo mostraron que, a pesar de la aparente axisimetría casi perfecta del campo magnético en las observaciones, podría haber un poco de no axisimetría (menos del 0.5%) en los polos, región donde los datos de Cassini son los más débiles.
“Aunque las observaciones de Saturno parecen perfectamente simétricas, en nuestras simulaciones por computadora podemos interrogar completamente el campo”, explicó Stanley.
Futuras observaciones nos llevarían a limitar esto aún más, particularmente de los polos de Saturno. Pero, tendremos que esperar mucho pues esas regiones son difíciles de observar desde la Tierra y actualmente no hay otras misiones a Saturno en desarrollo.