Cuando llega la primavera al sur de Marte, una larga nube emerge cerca del volcán Arsia Mons de 20 kilómetros de altura. Esta se extiende a lo largo de varios cientos de kilómetros antes de desaparecer luego de unas horas. Ahora, un equipo de científicos ha realizado un análisis detallado de las imágenes disponibles de este fenómeno, revelando el misterio que rodeaba su origen.
El estudio, liderado por Jorge Hernandez Bernal de la Universidad del País Vasco en España, fue publicado en Journal of Geophysical Research.
Persiguiendo la gigantesca nube
Durante años, el Mars Express de la ESA ha visto esta nube aparecer y desaparecer a diario durante las temporadas de primavera y verano en Marte. Sin embargo, hasta ahora no sabíamos lo que la originaba debido a dos obstáculos. El primero se debe a la dinámica rápida y cambiante de la atmósfera marciana y el segundo por las limitaciones de las órbitas de muchas naves espaciales. Estos factores limitaban nuestro entendimiento sobre cómo se formaba la gran nube.
“Para superar los obstáculos, utilizamos una de las herramientas secretas de Mars Express: la Cámara de Monitoreo Visual, o VMC ”, comentó Jorge Hernández Bernal, autor principal del estudio. Si bien la VMC tiene una resolución similar a una cámara web, su campo de visión es bastante amplio. Eso le otorga una gran ventaja para observar el panorama general en diferentes momentos locales del día.
“Es maravillosa para rastrear la evolución de una característica durante un largo período de tiempo y en pequeños intervalos de tiempo. Como resultado, pudimos estudiar toda la nube a lo largo de numerosos ciclos de vida”, agregó Hernández.
Resultados
Así, el equipo encontró que la nube puede medir hasta 1.800 kilómetros de largo y 150 de ancho. Esto la convierte en la nube “orográfica” más grande jamás vista en el planeta. Dicho tipo de nubes se forman como resultado del viento forzado hacia arriba por la presencia de montañas o volcanes.
En este caso, el volcán Arsia Mons es el responsable de desencadenar la formación de la nube. El aire húmedo sube por los flancos del volcán en corrientes ascendentes, condensándose en altitudes más altas y frías.
Aquí la nube experimenta un ciclo diario rápido que se repite todas las mañanas por varios meses. Comienza a crecer antes del amanecer en la ladera occidental de Arsia Mons antes de expandirse hacia el oeste por dos horas y media. Lo hace notablemente rápido, a una velocidad de 600 kilómetros por hora y a una altitud de 45 kilómetros. Luego, deja de expandirse y es empujada hacia el oeste por vientos de gran altitud. Al cabo de unas horas, cuando la temperatura del aire aumenta por el Sol, la nube se desvanece.
Se cree que ningún otro sistema climático del Sistema Solar es tan similar al de la Tierra como lo es el marciano, pero aún así, ambos planetas muestran diferencias distintas e intrigantes. “Aunque las nubes orográficas se observan comúnmente en la Tierra, no alcanzan longitudes tan enormes ni denotan una dinámica tan vívida”, señala Agustín Sánchez-Lavega. «Comprender esta nube nos brinda la emocionante oportunidad de intentar replicar su formación con modelos, los cuales mejorarán nuestro conocimiento de los sistemas climáticos tanto en Marte como en la Tierra».
mas parece como cuando un volcan libera sus gases y una corriente de aire la dispersara.