Un extinto cocodrilo “cornudo” que alguna vez vivió en Madagascar finalmente encontró su lugar en el árbol de la vida. El estudio dirigido por científicos del Museo Americano de Historia Natural ha descubierto que el reptil probablemente vivió entre los humanos en la isla. Los detalles se publicaron en Communications Biology.
Basado en antiguo ADN, la investigación muestra que el cocodrilo cornudo estaba estrechamente relacionado con los cocodrilos “verdaderos”, incluido el famoso cocodrilo del Nilo. Sin embargo, se ubicaba en una rama separada del árbol genealógico del cocodrilo.
Madagascar
El estudio contradice el pensamiento científico más reciente sobre las relaciones evolutivas del cocodrilo cornudo. Además, sugiere que el antepasado de los cocodrilos modernos probablemente se originó en África.
“Este cocodrilo merodeaba la isla de Madagascar durante el tiempo en que la gente construía las pirámides” afirmó el autor principal Evon Hekkala. “Probablemente todavía estaba allí cuando los piratas se quedaban varados en la isla”, continuó el también profesor en la Universidad de Fordham e investigador asociado en el Museo Americano de Historia Natural.
La llegada de los humanos modernos a Madagascar entre hace unos 9.000 y 2.500 años precedió a la extinción de muchos de los animales grandes. A esta lista de tortugas gigantes, pájaros elefante, hipopótamos enanos y varias especies de lémures, ahora se suma la del cocodrilo “cornudo” endémico, Voay robustus.
Los primeros exploradores de Madagascar notaron que los pueblos malgaches se referían constantemente a dos tipos de cocodrilos en la isla. Hablaron de un cocodrilo grande y robusto, y de otro más grácil con preferencia por los ríos. Esto sugiere que ambos tipos persistieron hasta hace muy poco.
Nueva rama del árbol de la vida
A pesar de casi 150 años de investigación, la posición del cocodrilo cornudo en el árbol de la vida sigue siendo controvertida. En la década de 1870, se describió por primera vez como una nueva especie dentro del grupo que incluye a los cocodrilos del Nilo, asiáticos y americanos.
Luego, a principios del siglo XX, se pensó que los especímenes simplemente representaban cocodrilos del Nilo muy antiguos. Y finalmente, en 2007, un estudio basado en las características físicas de los especímenes fósiles concluyó que el cocodrilo cornudo en realidad no era un verdadero cocodrilo, mas bien pertenecía al grupo donde se incluye a los cocodrilos enanos.
“Es realmente difícil separar las relaciones de los cocodrilos modernos debido a las similitudes físicas”, confiesa Hekkala. “Pero hemos estado tratando de llegar al fondo de la gran diversidad que existe entre ellos”, agregó.
Con el fin de examinar completamente el lugar del cocodrilo cornudo en el árbol evolutivo, los investigadores hicieron varios intentos de secuenciar el ADN de especímenes fósiles. Entre ellos se incluían dos cráneos bien conservados ubicados en el Museo desde la década de 1930.
El equipo había intentado realizar el proyecto de forma intermitente durante muchos años, pero la tecnología no aún no avanzaba lo suficiente. Afortunadamente, con el tiempo, contaron tanto con la configuración computacional como con los protocolos de paleogenómica que realmente eran capaces de extraer este ADN del fósil.
Los resultados colocan al cocodrilo cornudo justo al lado de la rama del árbol evolutivo del cocodrilo verdadero. Esto lo convierte en la especie más cercana al ancestro común de los cocodrilos vivos en la actualidad.