Los conocimientos actuales nos sugieren que muy probablemente el Universo sea infinito. Sin embargo, el astrofísico Thomas Buchert tiene una teoría muy interesante, algo distinta: según el profesor alemán el Universo es una dona, como las que le gustan a Homero Simpson.
Buchert y un equipo de investigadores trabajan para aprender más sobre el Universo y han examinando la luz del Universo temprano. Ellos consideran que el Universo puede estar conectado de forma múltiple, haciendo que el espacio esté cerrado sobre sí mismo en las tres dimensiones como una enorme dona tridimensional.
Los astrofísicos creen que si esto es cierto, el Universo sería finito. El cosmos entero puede ser solo tres o cuatro veces más grande que los límites del Universo observable, el cual se extiende a unos 45 mil millones de años luz de distancia.
De acuerdo a lo que Buchert comenta a Live Science, “un universo en forma de dona también tiene la posibilidad de permitir que una nave espacial que va en una dirección regrese eventualmente a donde comenzó sin dar la vuelta”.
La forma del Universo
La forma del Universo es algo que los astrónomos han estado debatiendo durante décadas. Algunos creen que es plano, donde las líneas paralelas permanecen paralelas por siempre. Otros, que está cerrado, y sus líneas paralelas terminan cruzándose. Para los astrónomos, la geometría del Universo dicta su destino.
Mientras que los universos abiertos continúan expandiéndose en la eternidad, un universo cerrado eventualmente colapsa sobre sí mismo. Las observaciones centradas en el fondo cósmico de microondas (CMB) (destello de luz liberado cuando el Universo tenía solo 380.000 años), han establecido que nuestro Universo es plano y las líneas paralelas permanecerán paralelas con un universo en constante evolución.
No obstante, existen más formas además de la geometría, y la topología a tener en cuenta. La topología permite que las formas cambien manteniendo las mismas reglas geométricas. Un ejemplo es una hoja de papel plano que tiene líneas paralelas que permanecen paralelas. Si se enrolla el papel en un cilindro, las líneas paralelas siguen siendo paralelas.
Por otro lado, si se toma esa hoja de papel y se conecta los extremos opuestos mientras está enrollada como un cilindro, se obtiene la forma de una rosquilla, pero no deja de ser geométricamente plana. Según el equipo, la deformación ocurre más allá de los límites de observación y será muy difícil de detectar.
Toro 3D
Si pudiéramos determinar de alguna manera si una o más dimensiones están envueltas sobre sí mismas, sabríamos que el Universo es finito en esa dimensión. Entonces usaríamos esas observaciones para medir el volumen total del Universo. Con eso en mente el equipo analizó las perturbaciones del CMB.
Los astrofísicos de la Universidad de Ulm (Alemania) y la Universidad de Lyon (Francia) creen que hay un tamaño máximo para las perturbaciones que revelarían la topología del Universo.
En ese sentido, el realizaron muchas simulaciones por computadora de cómo se vería el CMB si el Universo fuera un toro tridimensional (nombre matemático de una rosquilla tridimensional gigante) donde nuestro cosmos está conectado a sí mismo en las tres dimensiones.
“Las propiedades de las fluctuaciones observadas del CMB muestran entonces un ‘poder faltante’ en escalas más allá del tamaño del Universo”, dice Buchert. Una potencia faltante significa que las fluctuaciones en el CMB no están presentes en esas escalas. Eso implicaría que nuestro Universo está conectado de forma múltiple, y es finito, en esa escala de tamaño.
A pesar de todo, Buchert enfatiza que los resultados aún son preliminares. Los efectos de los instrumentos serían también una explicación sobre las fluctuaciones que faltan a gran escala. Y no debemos olvidar que vivimos en un Universo en expansión (más rápido que la velocidad de la luz) por lo que nunca sería capaz de ponerse al día y completar el ciclo.