Los plásticos están en todas partes, desde cada eslabón de la cadena alimentaria hasta los órganos más importantes del cuerpo, e incluso en la placenta humana. Son una parte integral de nuestra vida cotidiana y, lamentablemente, también están vinculados a nuestros problemas de salud.
Un estudio en Italia reveló la presencia de fragmentos de microplásticos en depósitos de grasa extirpados quirúrgicamente de pacientes con arterias obstruidas. Este hallazgo resalta la omnipresencia de los microplásticos en el cuerpo humano y sus posibles implicaciones para la salud cardiovascular.
Del torrente sanguíneo al corazón
El equipo, dirigido por Raffaele Marfella, investigador médico de la Universidad de Campania en Nápoles, se preguntó cómo se comparaba el riesgo de accidente cerebrovascular (así como de ataques cardíacos y muerte) entre pacientes con microplásticos en sus placas y aquellos que no los tenían.
Para resolver sus dudas, examinaron a 257 pacientes durante un período de 34 meses y encontraron que casi el 60% de ellos tenían polietileno, el plástico más común, en las placas extraídas de sus arterias engrosadas por grasa. Además, el 12% también presentaba cloruro de polivinilo (PVC) en los depósitos de grasa extirpados.
El polietileno es el plástico más comúnmente producido, utilizado en bolsas, películas y botellas de plástico. Por otro lado, el PVC se encuentra en formas tanto rígidas como flexibles y se emplea en tuberías de agua, botellas de plástico, pisos y embalajes
Enfermedad cardiovascular
Estos hallazgos son preocupantes, ya que estudios anteriores han demostrado que los microplásticos pueden circular por el torrente sanguíneo, lo que sugiere sus efectos negativos en la salud cardiovascular. Experimentos de laboratorio han revelado que los microplásticos pueden provocar inflamación y estrés oxidativo en las células del corazón. Esto conduce a un mal funcionamiento cardíaco, alteración de la frecuencia cardíaca y produce cicatrices en el corazón en animales como los ratones.
«Los datos de observación de estudios de exposición ocupacional sugieren un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular entre las personas expuestas a la contaminación relacionada con los plásticos, incluido el cloruro de polivinilo, que el observado en la población general», escriben Marfella y sus colegas.
A pesar de estos descubrimientos, aún queda mucho por entender sobre los efectos de los microplásticos en la salud humana. Por ejemplo, se necesitan más investigaciones para determinar si su presencia en las placas arteriales está directamente relacionada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares.
Además, los científicos están investigando cómo los microplásticos pueden interactuar con otros contaminantes ambientales y factores de riesgo conocidos para enfermedades cardiovasculares, como la dieta y el tabaquismo. Estos estudios podrían proporcionar una comprensión más completa de cómo los microplásticos afectan la salud cardiovascular y ayudar a desarrollar estrategias para reducir la exposición a estos contaminantes.