Después de siete meses de vuelo, la más grande misión a Marte de la historia por fin ha llegado con éxito al planeta rojo. El vehículo de exploración Perseverance tocó tierra en un cráter del hemisferio norte de Marte, exactamente sobre el cráter Jazero.
Ahora, el rover comenzará a cumplir cada uno de sus objetivos. Uno de ellos es buscar signos de vida antigua en Marte, pero también recolectará muestras de rocas para regresarlas a la Tierra en el futuro.
«Aterrizaje confirmado», dijo Swati Mohan, miembro del equipo de entrada, descenso y aterrizaje de la NASA. «El Perseverance está a salvo en la superficie de Marte, listo para comenzar a buscar los signos de vidas pasadas».
Un poderoso explorador
Este rover o vehículo de exploración está equipado con una gran variedad de instrumentos científicos para analizar la composición química y atómica del fondo del cráter Jazero. Su finalidad es encontrar rastros de microbios marcianos que alguna vez existieron en esa zona.
“Perseverance [perseverancia en inglés] es el vehículo de exploración marciana más ambicioso lanzado por la NASA”, ha explicado Thomas Zurbuchen, jefe de ciencia de la agencia espacial de EE UU.
Aterrizando en Marte
La nave golpeó la atmósfera de Marte a velocidades de aproximadamente 19 kilómetros por hora, mientras se acercaba a la superficie en una trayectoria conocida como “los siete minutos de terror”. Con un retraso de las comunicaciones de 11 minutos por la distancia entre los planetas, la nave espacial llevó a cabo su inmersión en automático.
A medida que se acercaba a la superficie, la etapa de descenso encendió seis propulsores que fueron reduciendo la velocidad. Luego, a una altura de 20 metros, realizó una maniobra para bajar suavemente al explorador Perseverance con ayuda de unos cables. Una vez que el vehículo plantó sus seis ruedas sobre la superficie, los cables fueron cortados, provocando que esta etapa propulsada por cohetes se alejara.
¿Vida?
El principal objetivo del Perseverance en Marte es encontrar rastros de vida antigua. Para conseguirlo, los científicos creen que el cráter Jazero es el lugar adecuado donde empezar a buscar. Esta idea se debe a la creencia de que hace 3.500 millones de años el cráter albergaba un lago de 45 kilómetros de diámetro.
Perseverance escudriñará tierra y rocas marcianas con una variedad de equipos científicos de alta tecnología, incluidos varios espectrómetros, cámaras de alta resolución y radares de penetración en el suelo. Uno de los siete instrumentos del rover, llamado SuperCam, golpeará rocas con un láser y medirá la composición del vapor resultante.
Tales observaciones podrían potencialmente identificar un signo convincente de la vida antigua en Marte, quizá algo parecido a los estromatolitos, estructuras creadas aquí en la Tierra por esteras microbianas que atrapan la suciedad. Sin embargo, esta es una tarea difícil para un robot solitario lejos de casa. Es posible que para identificar vida marciana, si alguna vez existió, se requiera un análisis más avanzado en los laboratorios de aquí en la Tierra.
En ese sentido, la misión también contempla recolectar 40 muestras de sitios especialmente prometedores. En el futuro este material (posiblemente) será devuelto a la Tierra mediante una campaña de retorno de muestras en 2031.
«El retorno de la muestra de Marte es el esfuerzo científico planetario de nuestra generación», dijo Bobby Braun, director de exploración del sistema solar en JPL. «Es ambicioso y desafiante; es un objetivo científicamente convincente por el que hemos estado trabajando durante décadas».