Como si de una película de ciencia ficción se tratara, las bacterias que se liberan del hielo tras el descongelamiento de los glaciares podrían causar una serie de problemas en los ecosistemas y poblaciones. Estos microrganismos son desconocidos para la ciencia y se están liberando más rápido de lo que los científicos pueden catalogar.
Diez glaciares
Luego de realizar un análisis de diez sitios en todo el hemisferio norte, un equipo de científicos estimó que el calentamiento global continuo durante los próximos 80 años podría liberar cientos de miles de toneladas de bacterias en aguas bajo los glaciares en retroceso. La investigación fue publicada en Nature.
Los glaciares son masas de hielo que se arrastran muy lentamente hacia el mar, formando valles montañosos a medida que avanzan. En su interior habitan ecosistemas completos, con minerales, gases, materiales orgánicos y organismos vivos.
«Pensamos en los glaciares como una gran reserva de agua congelada, pero la lección clave de esta investigación es que también son ecosistemas por derecho propio», comenta el microbiólogo y coautor del estudio, Arwyn Edwards.
El equipo, dirigido por Ian Stevens, de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, tomó muestras de agua de deshielo superficial de diez glaciares en todo el hemisferio norte: en los Alpes europeos, Groenlandia, Svalbard y los confines del Ártico canadiense.
Los resultados mostraron, en promedio, decenas de miles de microbios en cada mililitro de agua, y estiman que más de cien mil toneladas de bacterias podrían ser expulsadas a las aguas de deshielo de los glaciares durante los próximos 80 años. Esto no incluye a los glaciares en la región asiática del Himalaya.
Biomasa
Si las tasas de emisiones de carbono se mantienen y la temperatura aumenta entre 2 y 3°C como se predice, las colonias bacterianas en el agua del deshielo alcanzarán su punto máximo dentro de décadas antes de disminuir o potencialmente desaparecer por completo a medida que retroceden los glaciares.
«La cantidad de microbios liberados depende estrechamente de la rapidez con la que se derriten los glaciares y, por ende, de cuánto continuamos calentando el planeta. Pero la masa de microbios liberados es enorme, incluso con un calentamiento moderado«, explica Edwards.
Los microbios en el agua de deshielo pueden afectar a ecosistemas como humedales o cuerpos de agua, o fuentes de agua utilizadas por comunidades que dependen de la escorrentía glacial.
Los investigadores no estudiaron cepas individuales de bacterias, solo estimaron su biomasa combinada, de forma que no identificaron si alguna especie pudiera representar una amenaza para la salud humana, ni determinaron si los microbios estaban activos, inactivos, dañados o muertos.
«El riesgo es probablemente muy pequeño, pero requiere una evaluación cuidadosa», dijo Edwards. «Con una mejor comprensión de esa imagen, podríamos predecir mejor los efectos del cambio climático en las superficies glaciales y la biogeoquímica de captación». Así como en nuestra salud y en la de los ecosistemas.