Hace 13 800 millones de años, tras el Big Bang, el universo era un caos. Las galaxias no existían de inmediato; tardaron en formarse a partir de la sopa primordial que las rodeaba.
Un descubrimiento reciente está cambiando lo que sabíamos sobre este proceso. El telescopio James Webb (JWST) encontró una galaxia increíblemente estructurada, llamada Zhúlóng, tal como era hace 12 800 millones de años.
Zhúlóng pertenece a un grupo selecto: las galaxias espirales de gran diseño. Estas tienen brazos perfectamente definidos que se curvan desde un núcleo galáctico brillante, como una obra de arte cósmica.
Hasta ahora, los astrónomos pensaban que estas galaxias no existían hace más de 11 500 millones de años. Zhúlóng demuestra que estábamos equivocados y que estas estructuras surgieron antes de lo esperado.
El hallazgo fue casual. Zhúlóng apareció en los datos del estudio PANORAMIC, un proyecto del JWST que analiza galaxias formadas durante los primeros mil millones de años tras el Big Bang.
Lo sorprendente es el tamaño de Zhúlóng. Mide unos 62 000 años luz de diámetro, casi como nuestra Vía Láctea, y tiene una masa comparable. Esto es impresionante para una galaxia del universo temprano.
Los datos también revelaron que el agujero negro en su centro está inactivo. Esto indica que su ritmo de formación estelar, de entre 20 y 155 masas solares al año, se está desacelerando.
A pesar de su antigüedad, Zhúlóng muestra una estructura madura y bien definida. Esto sugiere que las galaxias como la nuestra pudieron formarse mucho más rápido de lo que creíamos, hasta 10 veces más rápido.
Los investigadores destacan que Zhúlóng tiene características únicas: un núcleo inactivo, un disco estelar en formación y brazos espirales que abarcan toda su extensión, desde el núcleo hasta las afueras.
Este descubrimiento desafía los modelos actuales de formación galáctica. Pensábamos que las galaxias tardaban más en evolucionar hasta alcanzar esta complejidad. Zhúlóng demuestra que las primeras galaxias espirales surgieron rápidamente.
El hallazgo no solo replantea nuestras ideas sobre el universo temprano, sino que también abre nuevas preguntas sobre la evolución de las galaxias masivas y sus estructuras.
Zhúlóng es una joya cósmica que desafía nuestra comprensión del amanecer del universo. Su descubrimiento, detallado en el servidor arXiv y enviado a Astronomy & Astrophysics, marca un hito en la astronomía.
Los astrónomos creen que este tipo de galaxias pudo formarse mucho antes de lo que imaginábamos, acelerando la evolución del cosmos en sus primeras etapas.
Zhúlóng es más que una galaxia; es una ventana al pasado. Su estructura compleja y su rápido desarrollo nos obligan a repensar cómo se formaron las primeras galaxias en el universo temprano.
El hallazgo es un recordatorio de que el universo siempre tiene sorpresas guardadas. Zhúlóng nos enseña que, incluso en sus primeros mil millones de años, el cosmos era capaz de crear maravillas como esta.
