La espera ha terminado. Científicos de Yale han confirmado que la tortuga descubierta en 2019 es realmente una especie que se creía extinta hace más de un siglo.
La historia de Fernanda
La tortuga gigante de la isla Fernandina es una de las especies de tortugas del archipiélago Galápagos y se creía extinta desde 1906 hasta que en 2019 un equipo de investigadores realizó una expedición conjunta entre la Dirección del Parque Nacional Galápagos y Galápagos Conservancy a la isla. Ahí, para su sorpresa, se toparon con un ejemplar hembra. La llamaron Fernanda.
Según el comunicado emitido por Galápagos Conservancy, los exploradores pensaron que podría tratarse de una especie similar a la considerada extinta, pero mantenían la esperanza de que realmente fuera una Chelonoidis phantasticus. ¿Cómo comprobarlo?
La historia es un poco impactante, pues hasta antes de Fernanda solo se había conocido a un ejemplar de su especie. Éste era un macho recolectado durante una expedición de la Academia de Ciencias de California entre 1905 – 1906. Fue el único individuo hallado y se creyó que su casi desaparición se debió a la acción de las erupciones volcánicas hace varios siglos atrás; desligándose de la principal causa de la disminución de las poblaciones de tortugas en Galápagos: la explotación de balleneros y bucaneros durante el siglo XIX. De hecho, la población actual de tortugas gigantes en este conjunto de islas es solo del 10%-15% de su número histórico estimado en 200-300 mil individuos.
Para confirmar que Fernanda pertenecía a la misma especie del macho de Chelonoidis phantasticus, los investigadores y guardianes de la conservación, enviaron muestras de sangre a genetistas de la Universidad de Yale. Ahí, el equipo dirigido por la Dra. Gisella Caccone analizó las muestras con el objetivo de descubrir el origen genético de Fernanda. Los hallazgos verifican lo que los integrantes de Galápagos Conservancy y del Parque Nacional de Galápagos habían esperado durante mucho tiempo.
Los trabajos futuros
Este descubrimiento ha abierto una ventana de esperanza y alienta a los científicos a barrer la isla hasta encontrar otros individuos de Chelonoidis phantasticus. Y sí que hay esperanza pues los guardaparques han detectado señales, huellas y excremento, de al menos otras dos tortugas en el volcán Fernandina, durante las búsquedas que resultaron en el descubrimiento de la única hembra.
El Dr. James Gibbs, Vicepresidente de Ciencia y Conservación de Galápagos Conservancy y experto en tortugas de la Universidad Estatal de Nueva York declaró lo siguiente: «Uno de los mayores misterios de Galápagos ha sido la tortuga gigante de la isla Fernandina. Es posible que el redescubrimiento de esta especie perdida haya ocurrido justo a tiempo para salvarla. Ahora necesitamos urgentemente completar la exhaustiva búsqueda en la isla a fin de localizar más».
Esperan que el destino de Fernanda no sea el mismo que tuvo el Solitario George, la última tortuga de otra especie denominada tortuga de la isla Pinta (Chelonoidis abingdoni). Murió en junio de 2012, alrededor de los 100 años, lo que provocó el final de su especie pese a los esfuerzos de reproducción. “Deseamos desesperadamente evitar el destino del Solitario George”, enfatizó Danny Rueda Córdova, Director de la Dirección del Parque Nacional Galápagos. «Mi equipo del Parque y Galápagos Conservancy están planteando una serie de expediciones importantes para regresar a la Isla Fernandina en busca de tortugas adicionales a partir de septiembre».
Si encuentran una tortuga gigante macho de la misma especie, el equipo intentará unirlo con Fernanda en el Centro de Crianza de Tortugas Gigantes del Parque Nacional Galápagos en Santa Cruz y alentar su reproducción. De tener éxito, los conservacionistas criarían a los jóvenes en cautiverio y luego los traerían de regreso a Fernandina.