Las estrellas a menudo se comparan con joyas porque su brillo frío contra el cielo nocturno recuerda a las gemas preciosas. Para algunas estrellas, esta comparación puede ser más precisa de lo que pensamos. A medida que ciertos tipos de estrellas muertas se enfrían, se endurecen y cristalizan.
Ahora, un equipo de astrónomos ha descubierto recientemente una estrella enana blanca a solo 104 años luz de distancia, experimentando esta transformación. El descubrimiento se detalla en un artículo aceptado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y disponible en el sitio web de preimpresión arXiv.
Estrella cristalizada
La enana blanca, denominada HD 190412 C, está compuesta principalmente de carbono y oxígeno metálico, y está entrando en su era de cristalización. Su perfil de temperatura-masa sugiere que el centro de la estrella se está convirtiendo en un «diamante cósmico» denso y duro compuesto de carbono y oxígeno cristalizados.
El proceso de cristalización en una enana blanca es fascinante. Cuando se agota el combustible de una estrella, su material exterior se expulsa al espacio y el núcleo restante se colapsa en un objeto ultradenso, una enana blanca.
Este tipo de estrellas son tenues pero aún brillan con calor residual. Con el tiempo, se enfrían y se espera que evolucionen a estrellas enanas negras. Esto ocurre cuando pierden todo su calor y se convierten en una masa fría de carbono cristalizado.
Durante la cristalización, los átomos de carbono y oxígeno dentro de la enana blanca dejan de moverse libremente y forman enlaces, organizándose en una red cristalina. Este proceso libera energía, que se disipa en forma de calor. Esto ralentiza el enfriamiento de las estrellas enanas blancas, haciéndolas parecer más jóvenes de lo que realmente son.
El descubrimiento
El descubrimiento de esta enana blanca en cristalización fue posible gracias al mapeo estelar realizado por la misión Gaia. La enana blanca es parte de un sistema cuádruple, que antes se pensaba que era un triplete, llamado HD 190412. Las otras tres estrellas del sistema permitieron al equipo restringir externamente la edad de la enana blanca.
La edad del sistema es de alrededor de 7300 millones de años, mientras que la edad de la enana blanca parece ser de alrededor de 4200 millones de años. La discrepancia sugiere que la tasa de cristalización ha ralentizado la tasa de enfriamiento de la enana blanca en aproximadamente mil millones de años.
El descubrimiento de este sistema sugiere que podría haber muchos más sistemas de este tipo que podamos explotar para evaluar este fascinante proceso. El descubrimiento de este sistema a solo 32 parsecs sugiere que es probable que haya numerosos sistemas similares a los de Sirio que contienen enanas blancas en cristalización.
La investigación abre una nueva vía para comprender las enanas blancas en cristalización. Es un paso significativo en nuestra comprensión del ciclo de vida de las estrellas y las increíbles transformaciones que experimentan. A medida que continuamos explorando el cosmos, descubrimientos como estos nos recuerdan los impresionantes fenómenos que ocurren en nuestra galaxia y más allá.