La galaxia Mrk 462 tiene unos pocos cientos de millones de estrellas, mientras que nuestra Vía Láctea contiene varios cientos de miles de millones. En dicha galaxia enana, astrónomos han descubierto un pequeño agujero negro supermasivo “oculto” en gas y polvo. Los hallazgos se presentaron en la reunión virtual 239 de la Sociedad Astronómica Estadounidense.
“Este agujero negro en Mrk 462 es uno de los agujeros negros supermasivos o monstruosos más pequeños. Los agujeros negros como estos son notoriamente difíciles de encontrar”, explicó Jack Parker del Dartmouth College en New Hampshire.
Monstruito
En galaxias más grandes, los astrónomos descubren agujeros negros a partir del movimiento de las estrellas en el centro. Las galaxias enanas son demasiado pequeñas y tenues como para detectar fácilmente sus agujeros negros.
Por lo tanto, los investigadores utilizan un método diferente para buscar signos de agujeros negros en crecimiento: los encuentran por rayos X. En este caso, el equipo detectó un “pequeño monstruo” en la galaxia enana Mrk 462. Se trata de un pequeño agujero negro 200 mil veces más masivo que el Sol.
Los autores utilizaron Observatorio Espacial de Rayos X Chandra de la NASA para estudiar ocho galaxias enanas. Estas candidatas mostraban signos de crecimiento de agujeros negros, según el Sloan Digital Celestial Data Survey, el mapa volumétrico más grande del universo. Solo Mrk 462 tenía la firma de rayos X de un agujero negro en crecimiento fuertemente oscurecido por el gas.
“Los agujeros negros ocultos son aún más difíciles de encontrar”, dijo Ryan Hickox, coautor del estudio. “Este ejemplo podría significar que hay muchas más galaxias enanas con agujeros negros similares. Esto es importante porque puede ayudar a responder la pregunta principal de la astrofísica: ¿cómo se hicieron tan grandes los agujeros negros?”
Agujeros negros
Análisis anteriores han demostrado que los agujeros negros pudieron haber crecido hasta mil millones de masas solares para cuando el universo tuvo menos de mil millones de años. Quizás estos enormes objetos aparecieron cuando colapsaron las estrellas masivas. Pero la teoría aún no ha podido explicar cómo lograron alcanzar rápidamente ese tamaño en el universo primitivo.
En los últimos años, los astrónomos han estado encontrando escurridizos agujeros negros de peso medio en galaxias enanas y los restos de galaxias enanas. Estos también podrían respaldar la idea de que los agujeros negros supermasivos son capaces de crecer con bastante rapidez a partir de semillas de masa estelar.
A medida que nuestra tecnología y técnicas mejoren, tal vez sea posible toparse con más pequeños fragmentos de agujeros negros que anteriormente habían eludido la detección. De momento, no podemos sacar conclusiones sólidas de un ejemplo.
“Sin embargo, este resultado debería alentar búsquedas mucho más extensas de agujeros negros enterrados en galaxias enanas”, señaló Parker. “Estamos entusiasmados con lo que podríamos aprender”.