Científicos liderados por Yifei Jiao de la Universidad de Tsinghua en China han publicado un estudio que sugiere que el asteroide Kamo’oalewa, descubierto en 2016, podría ser un fragmento de la Luna. Los detalles de la investigación fueron compartidos en la revista Nature.
Este hallazgo arroja luz sobre uno de los misterios más intrigantes de la astronomía moderna y plantea nuevas preguntas sobre la dinámica de los cuerpos celestes en nuestro sistema solar.
Misterioso objeto
Kamo’oalewa ha capturado la atención de la comunidad científica debido a su inusual proximidad y órbita compartida con la Tierra, lo que lo hace particularmente esquivo y difícil de observar. Sin embargo, tras años de estudio y análisis, los investigadores han logrado vincular su composición y características orbitales con las del suelo lunar, lo que ha llevado a la hipótesis de que este asteroide es en realidad un trozo del satélite natural de la Tierra.
El equipo de Jiao utilizó simulaciones numéricas para determinar las características del cráter lunar del cual Kamo’oalewa pudo haber sido extraído. El estudio identificó que el cráter Giordano Bruno, ubicado en la cara oculta de la Luna, coincide con las propiedades necesarias para ser la fuente del asteroide.
Este cráter tiene un diámetro de 22 kilómetros y su edad se estima en menos de 10 millones de años, lo que lo convierte en uno de los pocos cráteres lunares que cumplen con los requisitos de tamaño y antigüedad.
«Este descubrimiento no solo establece un vínculo directo entre un asteroide específico y su cráter fuente en la Luna, sino que también sugiere la existencia de más asteroides pequeños compuestos de material lunar aún por descubrir en el espacio cercano a la Tierra», explican los investigadores en su artículo.
Expectativas
El asteroide Kamo’oalewa presenta una rotación bastante rápida, lo que indica que es una masa sólida y compacta. Este dato es crucial, pues sugiere que el asteroide fue excavado como un fragmento único y no como un montón de escombros sueltos, lo cual es típico en los impactos lunares de gran magnitud.
Las simulaciones del equipo también sugieren que un asteroide de aproximadamente 1.66 kilómetros de diámetro podría haber chocado contra la Luna, creando el cráter Giordano Bruno y expulsando hasta 400 fragmentos del tamaño de Kamo’oalewa. La mayoría de estos fragmentos habrían sido expulsados de la órbita terrestre coorbital en un plazo de 10 millones de años después del impacto.
A pesar de que las evidencias no son concluyentes, los avances en la investigación espacial prometen más respuestas en el futuro cercano. La Administración Nacional del Espacio de China tiene planeado lanzar la misión Tianwen-2 el próximo año, la cual incluye una visita a Kamo’oalewa para recolectar muestras y traerlas de vuelta a la Tierra para su estudio detallado.
Este tipo de investigaciones no solo enriquecen nuestro entendimiento del sistema solar, sino que también abren la puerta a futuras misiones que podrían descubrir qué sucedió con el resto de los fragmentos que fueron expulsados al espacio junto con Kamo’oalewa.