Investigadores han identificado una nueva especie de gusano en un entorno marino profundo donde el metano se escapa del lecho marino hacia las aguas circundantes. Los detalles fueron publicados en la revista PLOS One.
Este descubrimiento se suma a la creciente lista de especies encontradas en zonas anteriormente consideradas demasiado inhóspitas para la vida. Hasta el momento, se conocen 48 nuevas especies en las filtraciones de metano frente a la costa de Costa Rica.
El equipo, liderado por el biólogo marino Greg Rouse del Instituto Scripps de Oceanografía, destaca la importancia de este hallazgo para comprender la biodiversidad oculta en los océanos de la Tierra. Rouse también subraya la urgencia de explorar y proteger las profundidades oceánicas.
Exploraciones profundas
A pesar de las condiciones extremadamente hostiles en las profundidades marinas, como la alta presión, bajas temperaturas y falta de luz, la exploración de estas zonas revela una sorprendente diversidad biológica. Se estima que solo hemos explorado el 5% de los océanos del mundo y catalogado apenas el 10% de las especies que habitan en sus profundidades.
La especie Pectinereis strickrotti fue descubierta a unos 1,000 metros de profundidad en 2009 por Rouse y Bruce Strickrott, principal piloto del sumergible de aguas profundas Alvin, durante una inmersión frente a la costa de Costa Rica. Sin embargo, no fue hasta 2018 que el equipo pudo regresar al lugar, recopilar imágenes, vídeos y especímenes de la criatura, lo que finalmente condujo a su clasificación como una nueva especie.
Detalles
La mayoría de los especímenes recolectados eran machos nadando libremente. Esto sugiere que solo los machos se convierten en epítoques, una etapa de vida adulta dedicada a la reproducción. Este comportamiento, junto con características epítocas no reproductivas únicas en los machos, plantea intrigantes preguntas sobre su ciclo de vida y ecología, que aún están pendientes de investigación.
Aunque se desconoce la dieta de P. strickrotti, el estudio de las redes alimentarias quimiosintéticas asociadas a las filtraciones de metano podría ofrecer pistas. No cabe duda que descubrimiento amplía nuestro entendimiento sobre la complejidad y resiliencia de la vida en profundidades marinas.