Cuando exploramos la evolución de una especie, nos encontramos con un camino complejo y ramificado en lugar de una ruta recta y clara. Así es el árbol genealógico de nuestra especie, una red intrincada de ramas que no es fácil de desentrañar.
Durante décadas, se ha sostenido la hipótesis de que, fuera de África, el Homo sapiens evolucionó a partir de un linaje separado de humanos primitivos que surgió hace aproximadamente 150.000 años antes de expandirse hacia Europa y más allá.
Sin embargo, esta es solo una de las muchas posibilidades, ya que una historia alternativa está ganando terreno, la hipótesis multirregional. Según esta, antes de que nuestra especie migrara a Europa, hubo un flujo constante de genes entre al menos dos poblaciones distintas.
Poblaciones humanas
Un nuevo estudio genómico publicado en Nature respalda la idea de que nuestra historia ancestral no se limita a una única población que experimentó cambios graduales, más bien se trata de una red que conecta una diversidad de linajes extendidos por todo el continente africano.
«En diferentes momentos, los defensores del modelo clásico de un origen único para el Homo sapiens propusieron que los humanos surgieron inicialmente en el este o sur de África«, explica la genetista de poblaciones Brenna Henn. «Sin embargo, ha sido difícil conciliar estas teorías con los registros fósiles y arqueológicos de asentamientos humanos en lugares tan distantes como Marruecos, Etiopía y Sudáfrica, los cuales indican que el H. sapiens ha estado presente en todo el continente durante al menos 300.000 años».
En esos tres lugares mencionados por Henn, se descubrieron los fósiles más antiguos de África que exhiben similitudes con nuestra especie. Sin embargo, desconocemos cuál de esos sitios es el origen de la humanidad. Esta incertidumbre puede deberse a que el tronco del árbol genealógico al que pertenecemos se compone únicamente de ramas, formando un mosaico de poblaciones coexistentes que migraban y se entrecruzaban.
En el estudio llevado a cabo por Henn y sus colegas, se compararon los genomas de 290 personas actuales de Sudáfrica, Sierra Leona, Etiopía y Eurasia, y se encontraron evidencias de un intenso flujo de genes entre sus ancestros en el este y el oeste de África.
Migración continua
Bajo el marco de un modelo de migración continua, se identificaron dos linajes principales de diferentes poblaciones humanas que habitaron distintas regiones de África hace unos 400.000 años. Esto sugiere que después de evolucionar de manera independiente durante un período de tiempo en partes opuestas del continente, las dos poblaciones podrían haberse fusionado y, finalmente, dividido en subpoblaciones que persistieron desde hace 120.000 años.
Se plantea que este linaje entrelazado pudo haber sido el que se desplazó desde África hacia Europa hace unos 50.000 años. No obstante, también analizaron el genoma de individuos británicos, para representar el flujo de genes de regreso a África a través de la invasión colonial.
Tales datos revelaron que los primeros humanos se dirigieron a Europa 10.000 años después de lo que se esperaba. De acuerdo con los investigadores, ambos hallazgos sugieren la posibilidad de múltiples oleadas migratorias de África a Europa.