LIGO regresará el 2023 y captará señales de ondas gravitacionales más débiles que nunca

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LIGO regresará el 2023 y captará señales de ondas gravitacionales más débiles que nunca

Representación artística de la colisión de dos estrellas de bosones, junto con las ondas gravitacionales emitidas. (Nicolás Sanchis-Gual y Rocío García-Souto)

El Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser (LIGO) comenzará su cuarta serie de operaciones en marzo de 2023. La moderna instalación había estado más de dos años parada debido a trabajos de mantenimiento y actualizaciones, informó Caltech en un comunicado

Durante este cuarto ciclo operativo, llamado O4, LIGO  se unirá a otros dos observatorios de ondas gravitacionales. El primero es el interferómetro Virgo, en Italia; y el segundo es el Detector de ondas gravitacionales Kamioka (KAGRA), en Japón. Esta vez, LIGO podrá detectar ondas gravitacionales incluso «más débiles» que antes.  

LIGO y las ondas

Las ondas gravitacionales son ondas de espacio-tiempo causadas por los procesos más explosivos y energéticos del universo, como fusiones entre agujeros negros. Su existencia fue predicha inicialmente por Albert Einstein en 1916 en su teoría general de la relatividad.

La teoría postula que los objetos masivos que se aceleran, como las estrellas de neutrones, interrumpen el espacio-tiempo y envían «ondas» en todas las direcciones. Estas ondas gravitacionales viajan a la velocidad de la luz y llevan información sobre lo que las causó. Todo esto sirve para que los científicos comprendan la naturaleza de la gravedad.

LIGO es el observatorio de ondas gravitacionales más grande del mundo y consta de dos grandes interferómetros láser ubicados a unos 3.000 kilómetros de distancia. Se utiliza para detectar y comprender los orígenes de las ondas gravitacionales. Los interferómetros son capaces de calcular mediciones muy pequeñas que los equipos convencionales no alcanzan a hacer.

Por ejemplo, los interferómetros de LIGO pueden medir una distancia que es 1/10000 menor que el ancho de un protón. Así, los científicos lograron confirmar la existencia de ondas gravitacionales por primera vez en 2016 con la ayuda de LIGO y Virgo

Más sensible

Las últimas actualizaciones han aumentado la sensibilidad de LIGO. Lo suficiente como para detectar ondas gravitacionales de dos estrellas de neutrones colisionando a más de 619 millones de años luz. Ahora, LIGO podrá detectar señales más débiles que nunca y, como consecuencia, más eventos de lo que antes era posible.

Un mes antes de que comience O4, los detectores realizarán una carrera de ingeniería para probar las actualizaciones en tiempo real. Los ingenieros también verificarán los sistemas que permiten a LIGO, Virgo y KAGRA operar al unísono. 

Sin embargo, incluso durante una ejecución de ingeniería de este tipo, los detectores de ondas gravitacionales podrían ofrecer una ciencia emocionante. De hecho, la primera detección histórica de ondas gravitacionales de LIGO se produjo durante un período de prueba de este tipo. 

Está previsto que O4 dure un año completo, con una pausa de mantenimiento de un mes a mediados de este período. KAGRA, por su parte, no operará junto con LIGO y Virgo durante los 12 meses completos. El detector con sede en Japón probablemente se desconecte para sus propias actualizaciones de sensibilidad cerca del final de O4.

«Esperamos con ansias marzo de 2023», dijeron los operadores de LIGO. «Todos en LIGO, Virgo y KAGRA están ansiosos por comenzar a detectar ondas gravitacionales una vez más y compartir nuestros descubrimientos con el mundo», añadieron.