Urano tiene varias peculiaridades que lo distinguen del resto de planetas. Sin embargo, su característica más resaltante es su eje de rotación tan sesgado que bien podría estar acostado. Ahora una investigación aceptada en Astronomy & Astrophysics y disponible en ArXiv cree haber encontrado el por qué.
Las rarezas de Urano
Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia afirman que una luna que migró alejándose de Urano pudo haberlo empujado hacia un lado. El cuerpo (no necesariamente grande) provocó que el planeta tenga una inclinación de 98 grados con respecto al plano orbital.
Esta extraña inclinación no es la única rareza de Urano. También gira en el sentido de las agujas del reloj, la dirección opuesta a la de la mayoría de los otros planetas del Sistema Solar.
Investigaciones anteriores han sugerido que este extraño comportamiento podría deberse a que Urano fue golpeado por un objeto masivo (casi el doble del tamaño de la Tierra), provocando que el planeta se inclinara.
Sin embargo, esta hipótesis plantea problemas que son aún más difíciles de explicar, cómo las similitudes con Neptuno. Ambos gigantes tienen masas, tasas de rotación, dinámicas y composiciones atmosféricas y campos magnéticos inusuales.
Develando el misterio
Hace unos años, la astrónoma Melaine Saillenfest, quien dirigió el nuevo estudio, encontró algo interesante sobre Júpiter. La inclinación del gigante gaseoso podría aumentar de su actual leve 3% a alrededor del 37% en unos pocos miles de millones de años. La razón es la migración hacia el exterior de sus lunas.
Luego observaron a Saturno y descubrieron que su inclinación actual de 26,7 grados posiblemente sea el resultado de la rápida migración hacia el exterior de su satélite más grande, Titán. Los autores teorizaron que esto habría sucedido teniendo muy poco efecto en la velocidad de rotación del planeta.
Entonces realizaron simulaciones de un hipotético sistema de Urano para determinar si un mecanismo similar podría explicar su extraño comportamiento. Hallaron que un hipotético satélite natural con una masa mínima de alrededor de la mitad de la nuestra Luna sería capaz de inclinar a Urano hacia 90 grados.
Eso sucedería si dicho satélite hubiese migrado a más de 10 veces el radio de Urano a un ritmo superior a 6 centímetros por año. No obstante, una luna más grande comparable a Ganímedes tendría más probabilidades de producir la inclinación y el giro que vemos hoy en Urano.
Más respuestas
El problema con la teoría es que la masa mínima es aproximadamente cuatro veces la masa combinada de los satélites de Urano conocidos hasta el momento. Pero los investigadores creen que tienen una respuesta, incluso para eso.
Según ellos, con una inclinación de unos 80 grados, esta luna hipotética podría haberse desestabilizado. Esto habría creado una fase caótica para el eje de giro que terminó cuando finalmente chocó con Urano, «fosilizando» la inclinación y el giro axial del planeta.
«Esta nueva imagen de la inclinación de Urano nos parece bastante prometedora», escribió el equipo. La mayoría de las simulaciones alcanzan su punto máximo en la ubicación de Urano, lo que parece ser un resultado natural de la dinámica.