El continente helado nos sigue dando sorpresas. Científicos han confirmado la existencia de un enorme lago de agua líquida debajo de la capa de hielo de la Antártida Oriental. El embalse, llamado Lake Snow Eagle, cubre un área de 370 kilómetros cuadrados. Los detalles del descubrimiento fueron publicados en Geology.
El equipo de investigadores dirigido por el geofísico Shuai Yan de la Universidad de Texas (UT) sugiere que los sedimentos del lago Snow Eagle pueden contener información sobre la evolución de la capa de hielo antártica desde su creación.
Este lago probablemente contiene toda la historia de la capa de hielo de la Antártida Oriental, desde su inicio (hace más de 34 millones de años) hasta su crecimiento y evolución en los ciclos del hielo desde entonces.
No es el primero
Las observaciones del equipo muestran que la capa de hielo cambió significativamente hace alrededor de 10,000 años, pero no se sabe por qué. Cabe señalar que este no es el primer lago que se encuentra bajo la capa de hielo.
Si bien la Antártida Oriental es el lugar más frío de la Tierra, no está completamente congelada. Ya se han descubierto cientos de reservas de agua líquida bajo el hielo del continente, los cuales son conocidos como lagos subglaciales o subglaciales.
Varios factores influyen en la existencia de estos lagos. Primero, la masa de la capa de hielo crea una presión que afecta la temperatura del agua atrapada debajo de ella. Luego, la capa de hielo proporciona un aislamiento contra el aire helado y las rocas debajo calientan suavemente el contenido del lago. La temperatura en el agua subglacial también depende del contenido de sal.
Dichos depósitos pueden ser localizados utilizando señales de radar. Lagos subterráneos en Marte han sido hallados mediante este método. Los científicos obtuvieron datos de radar de la Antártida, y mediciones del campo magnético de la Tierra del año 2016 al 2019. El análisis encontró que en las profundidades del hielo se sitúa uno de los lagos subglaciales más grandes jamás observados.
El lago
El lago Snow Eagle está a unos 3,2 km debajo del hielo. Tiene aproximadamente 42 km de largo y cubre un área de 370 km cuadrados, casi el tamaño de Quito, la capital de Ecuador. La profundidad del depósito de agua es de 200 metros.
En el fondo del lago se encuentra una capa de sedimento no consolidado. Dado el tiempo que tarda en acumularse el sedimento en estos ambientes subglaciales, los investigadores creen que debe haber estado allí durante un largo tiempo. Tal vez incluso antes de que se formara la capa de hielo.
«Este lago ha estado acumulando sedimentos durante mucho tiempo, lo cual podría trasladarnos desde el período en que la Antártida no tenía hielo hasta el momento en que se congeló», señaló el glaciólogo Martin Siegert del Imperial College London.
El sedimento está atrapado bajo varios kilómetros de hielo en uno de los entornos más hostiles de la Tierra. Llegar al lago para estudiarlo más a fondo será el próximo desafío. El equipo propone que se instale una estación cerca, a fin de facilitar futuros esfuerzos.