Un estudio demuestra que los materiales pueden formar “recuerdos” de maneras nuevas e inesperadas

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Un estudio demuestra que los materiales pueden formar “recuerdos” de maneras nuevas e inesperadas

Los científicos han descubierto una nueva forma en la que los materiales pueden «recordar» lo que les ha pasado. Este hallazgo podría revolucionar la informática y la ingeniería mecánica.

La idea de que los materiales tienen memoria no es nueva. Un papel arrugado, por ejemplo, conserva las marcas de su estado anterior. Pero este estudio va mucho más allá.

Investigadores de la Universidad de Chicago y la Universidad Estatal de Pensilvania exploraron un tipo de memoria llamado «memoria de punto de retorno», que funciona con una fuerza que va y viene.

Imagina una cerradura de combinación: giras en un sentido y luego en el otro para desbloquearla. Pero los científicos encontraron algo inesperado en este comportamiento.

Descubrieron que un material podía almacenar información incluso cuando solo se movía en una dirección. Esto desafía las reglas conocidas sobre cómo los materiales «recuerdan».

El físico Nathan Keim explica que, en teoría, sin movimiento en ambas direcciones, un sistema solo debería recordar un solo valor. Pero hallaron una excepción fascinante.

Usando simulaciones, los investigadores crearon elementos abstractos llamados histerones. Estos actúan como pequeñas unidades de memoria dentro del material.

Lo interesante es que los histerones pueden sufrir «interacciones frustradas», lo que les permite recordar más de un estado pasado.

El físico Travis Jalowiec lo explica con un ejemplo: una cerradura de combinación no solo refleja su posición actual, sino también cómo llegó ahí.

Otra forma de imaginarlo es con una pajita flexible. Si la doblas en un solo punto, eso afecta al resto del sistema sin necesidad de un movimiento completo.

Este descubrimiento sugiere que los materiales podrían almacenar recuerdos de cómo fueron deformados en el pasado, sin necesidad de energía externa.

Keim dice que este tipo de memoria podría usarse como una cerradura de combinación que «verifica» si una secuencia de eventos ocurrió en un orden específico.

Aunque estos histerones frustrados no son comunes en la naturaleza, los investigadores creen que podrían incorporarse en materiales artificiales.

Esto significaría que podríamos diseñar materiales con memoria mecánica, sin necesidad de electricidad o sistemas complejos.

Keim cree que podemos empezar con materiales simples, como una pajita flexible, y desarrollar algo tan sofisticado como una cerradura de combinación.

Imagina un material que recuerda si ha sido presionado, doblado o golpeado en un orden específico. Esto podría tener aplicaciones increíbles en la tecnología.

Desde diagnósticos forenses hasta sistemas de seguridad, las posibilidades son enormes. Podríamos diseñar materiales que «sepan» lo que les ha pasado sin sensores ni chips.

Este avance podría cambiar la forma en que pensamos sobre la memoria en los materiales, abriendo puertas a nuevas innovaciones.

La investigación ha sido publicada en Science Advances.